Durante los últimos meses nuestro país viene atravesando una crisis sanitaria que conllevó a una social y económica, y que se agudizó con una política. Como consecuencia, muchas empresas han cerrado o se han visto en la necesidad de reinventar sus negocios para subsistir en sus respectivas industrias. Bajo este contexto de gran incertidumbre y con mercados altamente cambiantes dada la coyuntura, la gestión del conocimiento y el aprendizaje organizacional se han convertido en un bien que las empresas deben valorar y aprovechar al máximo hoy en día. Entonces, ¿cómo pueden las empresas lograr ventajas competitivas en este escenario?
“En contextos como el actual, las empresas que marcan la diferencia son aquellas que pueden satisfacer las necesidades de sus clientes con servicios o productos preferiblemente innovadores y que respondan a una excelente relación de necesidad/beneficio. Este ejercicio comienza fomentando el aprendizaje y desarrollo interno, pero se hace realidad cuando la información adquirida se transforma en conocimientos. Solo así podremos lograr que la productividad de un equipo de trabajo se incremente y con ello, analizar oportunidades incluso en situaciones desfavorables”, indicó Patricio Ruiz, Director Comercial de FutureLab, representante oficial de getAbstract en Perú.
A continuación, el ejecutivo cita cuatro aprendizajes que deben tener las empresas para salir adelante en tiempos de crisis, basándose en el libro “Liderazgo en tiempos de crisis: cómo sortear la complejidad, la diversidad y la incertidumbre para salvar su negocio” de David L. Dotlich, Peter C. Cairo y Stephen H. Rhinesmith; contenido disponible en getAbstract, la biblioteca virtual de conocimiento comprimido más grande del mundo.
Genere un clima de innovación
Hoy por hoy urge la necesidad de innovación. La mayoría de las compañías sufre de “enfoques a corto plazo”, “regulaciones” onerosas y “aversión al riesgo”, que impiden la innovación; es importante no confundir este concepto con el de creatividad. Los líderes pueden integrar la innovación en sus culturas corporativas con un enfoque en el que usen la cabeza para comunicar la urgencia de la innovación y alentar al personal a absorber influencias externas; proporcionar una “disciplina de innovación” y ayudar a sus colaboradores a adoptar la “generación de ideas”, y el corazón para apoyar los nuevos conceptos de sus empleados y recompensar su trabajo y sus resultados.
Tener claro qué se puede defender con valentía
En tiempos caóticos, su habilidad, intelecto y conocimientos prácticos que ayudaron a la organización a crecer, ya no son suficientes. La incertidumbre obliga a aprovechar su verdadera esencia, los valores que lo definen. Líderes honestos consigo mismos demuestran su “autenticidad” y permiten dirigir más eficientemente. Descubra qué es importante para la empresa, incluya esos valores en su misión corporativa y defiéndalos contundentemente.
Sopesar las prioridades que entran en conflicto
Los líderes quieren ver el futuro, pero la incertidumbre nubla la vista. Las investigaciones muestran que, entre más cómodos se sientan los ejecutivos con la incertidumbre, más capaces serán de manejar paradojas. La “paradoja del compromiso” requiere que los líderes reevalúen sus decisiones continuamente en medio de situaciones cambiantes, en vez de decidir mantener el curso. Los líderes completos generan, comunican y prueban sus puntos de vista. Ayudan a la gente a ver el panorama completo y a crear un “proceso social para sopesar las perspectivas y los intereses que entran en conflicto”.
Redefinir riesgo e incertidumbre
Juntas, la complejidad y la diversidad intensifican la incertidumbre. Para sobrevivir en medio de la incertidumbre es necesario que las empresas comiencen a redefinir el riesgo como oportunidad. Los líderes deben usar ejercicios de capacidad de recuperación y de planeación para probar si están preparados para los riesgos que han identificado y considerado exhaustivamente. Es vital alentar a los equipos a examinar minuciosamente fallas potenciales y reconocer que la aprehensión es una reacción natural al riesgo y la incertidumbre.