Muchas empresas basan su modelo de negocio en la recolección y análisis de estos para mejorar sus productos.
Todo lo que hacemos o no hacemos en la era digital genera datos, patrones de conducta y comportamientos susceptibles de ser medidos, analizados y utilizados para tomar decisiones. La forma en que compramos, cómo nos comunicamos o cómo se toman decisiones en salud, educación y transporte, se convierten en datos que nos convierten en generadores permanentes de información.
En el campo empresarial, y en general en toda actividad, incluyendo los deportes, el uso de datos masivos (Big Data) permite a las empresas personalizar productos y servicios, ofreciendo experiencias a medida. “Los datos son el nuevo motor de la innovación. A través de su análisis, podemos transformar sectores tan diversos como la salud, la educación o el transporte. Sin embargo, es clave garantizar que se utilicen de manera ética, respetando la privacidad de los individuos”, señala Yamilet Serrano, directora de la carrera de Ciencia de Datos, Ciencia de la Computación y Sistemas de Información de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC).
En muchas ocasiones, su impacto pasa desapercibido ante nosotros los usuarios. Por eso, la especialista menciona algunas maneras clave en las que los datos afectan nuestra vida cotidiana y cómo aprovecharlos:
- Toma de decisiones informadas: En áreas como la salud, las finanzas o el trabajo, los datos permiten que las decisiones se basen en información concreta y relevante. Las aplicaciones de salud recopilan información sobre el ejercicio, la dieta o el sueño para personalizar las recomendaciones, ayudando a mejorar el bienestar general.
- Personalización de experiencias: Las plataformas digitales como Netflix, Spotify o Amazon utilizan datos sobre los hábitos y preferencias de los usuarios. A través de ese análisis, estas aplicaciones recomiendan contenido que se ajustan mejor a los intereses de cada persona, mejorando la satisfacción y relevancia del servicio.
- Mejora en eficiencia de servicios: Los datos se utilizan para optimizar servicios básicos en la vida diaria. Por ejemplo, Google Maps analiza datos de tráfico en tiempo real para ofrecer rutas rápidas y eficientes. En el ámbito doméstico, los sistemas de energía inteligente controlan el consumo eléctrico, lo que permite un uso más eficiente de la energía y reduce costos.
- Análisis predictivo: Las organizaciones utilizan datos para prever tendencias y anticipar comportamientos futuros, logrando una mejor planificación y prevención. En el sector bancario, evalúan el riesgo crediticio, mientras que, en el campo de la salud, se pueden prever brotes de enfermedades o necesidades hospitalarias.
- Economía basada en datos: Los datos son un recurso de gran valor en la economía actual. Muchas empresas basan su modelo de negocio en la recolección y análisis de estos para mejorar sus productos, optimizar procesos y generar nuevos ingresos. La capacidad de interpretar y analizar grandes volúmenes de información se ha convertido en una ventaja competitiva clave en muchos sectores.
“Los datos son un recurso poderoso que influye en la vida diaria de manera profunda. Al saber cómo se recopilan, analizan y aplican, podemos aprovechar mejor sus beneficios, desde la optimización de recursos hasta la mejora en nuestra toma de decisiones. No solo debemos ser consumidores pasivos de esta información, sino aprender a gestionarla de manera estratégica para mejorar nuestras vidas”, añade Yamilet Serrano.
En esta era digital, los datos ya no son información extra, sino que representan un elemento importante para entender cómo funciona el mundo. El constante uso de herramientas y plataformas digitales no solo ayuda a que tengamos una mejor calidad de vida, sino que también le ayuda a las empresas y compañías a que nos ofrezcan mejores servicios.