Según la Defensoría del Pueblo, la mayoría de los conflictos sociales en el Perú son de corte ambiental, sobre todo los vinculados a la minería en un 67%, con una tendencia al crecimiento.
En el Perú, los pasivos mineros, que son residuos y contaminantes dejados por actividades extractivas, continúan siendo una preocupación. A la fecha, se registran 6,001 pasivos mineros ambientales, según el Ministerio de Energía y Minas. De esa cifra, más de 2,800 son relaves y escombreras, considerados los más críticos por su potencial de contaminación en el aire, agua y suelo de las comunidades. Estos últimos representan cerca del 50% a nivel nacional.
Bram Willems, docente investigador de la Facultad de Ciencias e Ingeniería de la Universidad Cayetano Heredia, sostiene que los pasivos mineros desencadenan una serie de impactos nocivos sobre las comunidades y poblaciones cercanas. Así, agrega que, cuando las fuentes de agua se cargan de metales pesados, esos contaminantes se transfieren a las plantas y animales que dependen de ese recurso. A medida que las toxinas se acumulan, aumentan los riesgos para la salud humana, con consecuencias como desnutrición y enfermedades graves.
“Esta realidad pone en alerta constante a la población. Entendamos que remediar estos sitios no solo previene futuros daños, sino que también asegura un entorno más seguro para el desarrollo de nuevos proyectos mineros de manera responsable. Por ello, desde la Universidad Cayetano lanzamos el Centro de Investigación para la Rehabilitación Ambiental y Minería Responsable, que ya tiene operaciones en regiones con mayor presencia de pasivos mineros, como Áncash, Cerro de Pasco y otras regiones del sur”, sostiene.
Para Willems, la cuestión de la minería en Perú no debe abordarse desde una perspectiva de descarte absoluto, sino desde un enfoque que busque soluciones integrales que promuevan una gestión sostenible. Así, resalta la importancia del CicloMin en apoyar a las empresas mineras en la gestión efectiva de proyectos de responsabilidad empresarial, que también generan un impacto positivo en las comunidades.
“Es importante sensibilizar a la población en general que los proyectos mineros se desarrollan en zonas que presentan una geología particular, donde el suelo y el agua ya presentan, de manera natural, condiciones de acidez y altos contenidos de metales. Esta condición no es únicamente consecuencia de la minería, ya que factores como el cambio climático también influyen. Al comprender esta realidad, se podrán abordar los desafíos ambientales de manera más efectiva”, agrega.
El CicloMin será presentado oficialmente en el evento Expo Agua y Sostenibilidad, este 17 de octubre, a las 5 p.m., en el Auditorio: “Tipón”, en el Centro de Convenciones del Jockey, Surco.