Cómo implementar un modelo híbrido exitoso en una empresa

Fomentar encuentros presenciales periódicos es vital para mantener el networking interno, facilitar la colaboración entre áreas y generar innovación.

Con la creciente problemática en los medios de transporte y el enfoque en el bienestar de los colaboradores, la tecnología ofrece una gran oportunidad para muchas empresas: el modelo de trabajo híbrido. Este enfoque, que combina el trabajo remoto y presencial, no solo busca mantener la productividad, sino también mejorar la calidad de vida de los empleados. Jhoana Ríos, CEO de JRíos, empresa consultora de Talento Humano, asegura que esta modalidad de trabajo no es aplicable para todas las industrias y su éxito depende de una planificación cuidadosa y la correcta implementación de diversas estrategias.

¿En qué consiste el modelo de trabajo híbrido?

El modelo híbrido es una modalidad flexible que permite a los empleados alternar entre trabajo remoto y presencial. La proporción de días de trabajo en cada modalidad varía según los acuerdos internos de la empresa y sus necesidades “Este modelo, si bien es muy ventajoso en muchas industrias, no es factible en sectores donde la atención al cliente es directa. Un ejemplo claro es el de los despachadores de combustible en gasolineras, quienes deben estar físicamente presentes para cumplir con su labor”, explica Jhoana Ríos, experta en Desarrollo del Talento humano y la Cultura,

Pasos clave para una implementación exitosa

  1. Definir el modelo de negocio: El primer paso es evaluar qué puestos de trabajo pueden funcionar en un esquema híbrido y cuáles requieren de presencia física. Esta evaluación debe ser meticulosa para evitar impactar negativamente tanto a los colaboradores como al negocio.
  2. Actualizar procesos y políticas: Las empresas deben revisar y actualizar sus procesos, políticas y horarios antes de implementar el modelo híbrido. Esto incluye establecer reglas claras sobre la frecuencia de trabajo remoto, horarios flexibles y expectativas de desempeño.
  3. Comunicación clara y efectiva: La comunicación asertiva es fundamental para que el modelo híbrido funcione. Los líderes deben informar con claridad sobre las ventajas del sistema, las metas de la empresa y cómo se realizará la transición. Además, es importante que tanto los colaboradores como los stakeholders estén involucrados en el proceso.
  4. Liderazgo capacitado: El liderazgo es crucial para gestionar cualquier proceso de transformación organizacional. Los líderes deben estar capacitados para gestionar equipos a distancia, brindar feedback y medir el desempeño de manera efectiva. Reuniones periódicas con los miembros del equipo permiten validar que todos cuenten con los recursos necesarios para su trabajo remoto, como herramientas tecnológicas (Meet, Microsoft Teams, Slack, Zoom) y acceso a las plataformas de la empresa.
  5. Seguridad y protección de datos: Es esencial que la empresa garantice la seguridad de la información, actualizando protocolos de ciberseguridad y protegiendo los datos tanto en el entorno presencial como remoto.
  6. Medición del éxito del modelo híbrido: Para garantizar la eficacia del modelo híbrido, es importante establecer métricas claras. La satisfacción de los colaboradores, la productividad (medida por indicadores clave) y la retención de talento son aspectos que deben ser monitoreados constantemente. Las encuestas de clima laboral, como el eNPS (Employee Net Promoter Score), son útiles para medir el impacto en la satisfacción de los empleados.

El éxito del modelo híbrido no solo se mide en términos de productividad, sino también en la cohesión del equipo y la cultura organizacional. Fomentar encuentros presenciales periódicos es vital para mantener el networking interno, facilitar la colaboración entre áreas y generar innovación.

En conclusión, implementar un modelo híbrido exitoso requiere de una planificación detallada, una comunicación fluida y una gestión adecuada del cambio. Las empresas que lo logren podrán disfrutar de los beneficios de una fuerza laboral más satisfecha y productiva, mientras se adaptan a los retos de un mundo laboral en transformación.