Se trata del primer informe realizado entre Duemint, CobranzaOnline y Sheriff, el que revela datos relevantes como el nivel de impago que supera los tres meses, pese a la existencia de la Ley de pago a 30 días.
Es uno de los grandes dolores que deben sufrir varias empresas al afectar su balance financiero, por lo que resulta relevante tener una radiografía para conocer la real magnitud de la situación.
Duemint, CobranzaOnline y Sheriff dieron a conocer el primer “Informe de Comportamiento de Pago entre Empresas: Tendencias y Desafíos 2024”. Se trata de un análisis exhaustivo de la morosidad empresarial en nuestro país durante el primer semestre de este año elaborado por estas tres startups chilenas.
Sus creadores apuntan al objetivo de ayudar a las pequeñas, medianas y grandes empresas a gestionar eficazmente sus cuentas por cobrar y optimizar sus estrategias financieras.
“El informe revela que, a pesar de la implementación de la Ley de Pago a 30 Días, las empresas chilenas siguen enfrentando problemas significativos de morosidad, recibiendo el pago tardío de más del 50% de sus facturas. Esto impacta directamente el flujo de caja y aumenta los costos operacionales, lo que en muchos casos puede llevar al cierre o quiebra de un negocio”, explica Belén Sanguinetti, CRO y cofundadora de CobranzaOnline.
El comportamiento de pago de las empresas
En el reporte se analizaron los montos vencidos a 10, 30, 60 y 90 días, revelando la escala del problema y su influencia en el flujo de caja empresarial. Entre los hallazgos más destacados, el informe señala que las grandes empresas son las que enfrentan el mayor nivel de morosidad, con un 68,58% de sus facturas vencidas.
En tanto, entre las microempresas alcanza a un 57,59%, mientras que las pequeñas empresas registran un 56,97% de sus facturas por cobrar vencidas, lo que resalta la necesidad de adoptar estrategias más efectivas para la gestión de cuentas por cobrar.
“Los datos muestran que las microempresas tienen un 47,01% de sus montos vencidos en el tramo de 10 días (Figura E), lo que indica una capacidad relativamente fuerte para gestionar sus cuentas a corto plazo. Sin embargo, a medida que el plazo se extiende, vemos una disminución en su eficacia de cobro, con un 4,19% de los montos vencidos acumulados por más de 90 días. Esto puede reflejar dificultades estructurales que afectan su capacidad para mantener un flujo de caja estable a largo plazo”, sostiene Félix Said Cofundador de Duemint.
Añade que otro pilar que se ve comprometido es el de las medianas empresas, las que muestran un 45,66% de montos cobrados a 10 días, con un aumento del 7,33% en el tramo de más de 90 días. “Este incremento indica que las medianas empresas tienen un mayor riesgo de acumular deudas a largo plazo, lo que podría comprometer su estabilidad financiera si no se gestionan de manera efectiva”, explica Félix Said, CRO y Cofundador de Duemint sobre el Informe de Comportamiento de Pago entre Empresas: Tendencias y Desafíos 2024.
Sin embargo, el informe revela que si bien las grandes empresas, quienes cuentan con una mayor espalda financiera que las micro y pequeñas empresas, tienen el porcentaje más alto de morosidad a largo plazo, con un 7,82% de los montos vencidos a más de 90 días, lo que refleja el desafío que tienen en la gestión de sus cuentas por cobrar, especialmente cuando se trata de montos elevados y plazos prolongados.
Un mal flujo de caja puede llevar a la quiebra
El informe también subraya la importancia de una gestión proactiva de la morosidad, indicando que las acciones de cobranza iniciadas antes de los 90 días de vencimiento son significativamente más efectivas. Este enfoque es esencial para evitar que las facturas impagas se conviertan en un problema mayor para la estabilidad financiera de las empresas, como sería la quiebra por la falta de flujo de caja.
En este sentido, el informe destaca la vulnerabilidad de las micro y pequeñas empresas frente a la quiebra. Si bien se ha observado una disminución de 47,2% en el número de quiebras empresariales a junio de 2024 que alcanzan las 326, en comparación con junio de 2023 cuando se reportaron 617 casos, el 91,72% corresponde a liquidaciones (299 casos), mientras que el 8,3% restante son reorganizaciones (27 casos).
El estudio además indica que las microempresas y las pequeñas compañías siguen siendo la mayoría de dichos casos con un 52,47% y 25,29%, respectivamente, subrayando la importancia de fortalecer las estrategias de gestión financiera y contar con un respaldo adecuado para enfrentar periodos de crisis.
“Si bien hay indicios de recuperación, particularmente en la disminución de quiebras empresariales y la mejora en las condiciones de crédito, el aumento en la morosidad y las quiebras generales indica que muchos sectores aún enfrentan desafíos significativos en la consolidación de su recuperación post-pandemia. Probablemente, este aumento en los indicadores de morosidad son un rezago de la crisis generada por el COVID-19 y la menor actividad económica. Si somos optimistas, ya para el 2025 este indicador debería mejorar”, sostiene Vicente Cruz, CEO de Sheriff.
Según datos aportados por Sheriff, las empresas en Chile tardan entre 7 y 9 meses en decidir iniciar un procedimiento de quiebra. “Este rezago significa que las dificultades financieras actuales no se reflejan de inmediato en las estadísticas de quiebras, sino meses después. Esto puede generar una falsa sensación de estabilidad económica a corto plazo, ya que los problemas subyacentes tardan en manifestarse plenamente, lo que puede complicar la planificación y respuesta económica efectiva”, sostiene Vicente Cruz, CEO de Sheriff.
Las industrias más afectadas por quiebras
En el informe también se detalla cuáles son las industrias más afectadas por procesos de quiebras, siendo el comercio al por mayor y menor (23,16%), la construcción (20,72%) y la industria manufacturera (13,81%) los más complicados.
En este sentido, a junio 2024, construcción lidera las liquidaciones forzosas con un 24,58% del total de casos vigentes de quiebra. En términos de liquidación voluntaria, lo lidera el comercio al por mayor y menor con 22,66%, este mismo rubro lidera las reorganizaciones con un 24,76%.
Y entonces, ¿cómo luchar contra la morosidad?
Ante los desafíos actuales, es esencial que las empresas implementen procesos de venta y cobro efectivo. «Con este informe queremos entregar recomendaciones diseñadas para mejorar la gestión de cuentas por cobrar, minimizar el riesgo de morosidad y fortalecer el flujo de caja de las empresas en Chile», explica Belén Sanguinetti de CobranzaOnline.
Para lograr un proceso óptimo de cobranza, según el Informe de Comportamientos de Pago entre Empresas 2024, es necesario que las empresas puedan realizar un análisis y monitoreo del riesgo, de manera de identificar a esos deudores incobrables.
Para esto, el especialista, Vicente Cruz, CEO de Sheriff, recomienda:
1.- Revisión de su información crediticia (Bureau de crédito)
2.- Análisis detallado de los flujos de caja y los márgenes del negocio (Carpeta tributaria)
3.- Monitoreo de demandas y acciones legales (Información judicial y quiebras)
4.- Revisión de solvencia financiera (Balance de 8 columnas, cuando aplica)
5.- Revisar antecedentes laborales y ver cumplimiento de obligaciones laborales (Dirección del Trabajo)
“También es relevante poder realizar una Cobranza preventiva, ya que mejora la eficiencia en la gestión e impulsa el crecimiento del negocio, también fortalecen las relaciones con los clientes al mantener una comunicación clara y constante”, sostiene Félix Said, CRO y Cofundador de Duemint.
Y en el caso de no lograr el pago de las facturas, es bueno que las empresas tengan en consideración que tienen dos instancias más, que son la cobranza extrajudicial y la cobranza judicial.
Finalmente, el Informe de Comportamientos de Pago entre Empresas 2024, revela una serie de hallazgos clave sobre los comportamientos de pago y la morosidad entre empresas en 2024, destacando diferencias significativas en la gestión financiera según el tamaño de la empresa y subrayando la importancia de una gestión financiera proactiva para disminuir riesgo y la necesidad estrategias de cobranza efectivas.