Experto asegura que la fecha de inauguración tendría que ser cambiada
El nuevo aeropuerto Jorge Chávez, uno de los proyectos más importantes de los últimos años, registra un avance del 95% y será inaugurado el próximo 18 de diciembre. Sin embargo, no todas son buenas noticias, pues el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) no ha ejecutado una obra importante; el acceso a este moderno terminal que ahora será por la Av. Morales Duárez. Lo que sí está culminando es la colocación de dos puentes temporales que cruzan el río Rímac y conectan con dicha vía, lo cual, según algunos expertos, originará congestión vehicular en una zona de alta inseguridad.
Actualmente, 60.000 pasajeros se mueven por día en el aeropuerto y todo ese flujo se trasladará a las nuevas instalaciones. Pero faltando tan poco para su apertura, la Av. Morales Duárez luce en mal estado, abunda la basura y desmonte en los lados del río Rímac, y no se tiene la señalización lista. Se anunció la colocación de semáforos, un tercer carril y la implementación de giros en U, pero no están listos.
El MTC ha previsto desvíos para los pasajeros que acuden del norte, sur y centro, y giros para llegar al nuevo acceso, pero son confusos y podrían hacer que el viajero demore más de lo que tarda por la Av. Faucett.
Carlos Gutiérrez, gerente general de la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI), sostuvo que tiene dos preocupaciones; la parte interna y la parte externa del nuevo terminal.
Según Gutiérrez la fecha que ha establecido LAP para el inicio de operaciones tiene que ser cambiada porque hay muchos riesgos asociados. “Una marcha blanca no va a existir como tal porque lo que propone el aeropuerto es apagar la luz del terminal actual el 17 a la medianoche y seis horas después se iniciarían las operaciones en el nuevo terminal”.
De acuerdo a su criterio, las pruebas se están realizando en infraestructura que está en plena construcción. Y otro problema es que se están entregando áreas menores a instituciones públicas como Migraciones, “el área de Migraciones va a ser 40% más pequeña que la del terminal actual y la de llegada va a tener 20% menos área”.
“Lo que están haciendo es colgarse del servidor de Migraciones hasta que ellos (Requisitorias) tengan su propio servidor, eso hará más lenta la atención. La característica de todo fin de año es que arriban familias con menores de edad, lo que significa que vas a tener más tiempo de procesamiento y en un espacio más pequeño. Los pasajeros se van a desesperar”. Con todo ello se corre el riesgo de pérdidas de vuelo, agregó.
Tampoco se sabe qué pasará con el tránsito de carga pesada en la Av. Morales Duárez, donde se anuncia la habilitación de desvíos. Mucho menos se ven avances en la Vía Expresa Santa Rosa, que unirá el nuevo aeropuerto con la Av. Costanera y que incluirá la construcción del puente de acceso al terminal. Por ahora sigue vigente la fecha señalada para su entrega; 2028. La obra contempla un paso a desnivel para camiones en la avenida Morales Duárez.