Integrar a las nuevas generaciones en la toma de decisiones clave les permite sentirse valorados.
La mayoría de empresas familiares enfrenta un problema generacional para integrar a sus nuevos líderes: 8 de cada 10 de ellas no tiene un plan de sucesión, según la Asociación de Empresas Familiares (AEF). Esto representa un gran desafío para integrar nuevas ideas y mantener la tradición empresarial, más aún con la incorporación de la Generación Z y los Centennials, que representan el 41% de los peruanos.
“Si bien estas nuevas generaciones traen consigo perspectivas innovadoras, habilidades digitales y una visión diferente sobre el mercado, también requieren una adaptación que respete los valores tradicionales, ya que son los pilares de toda empresa familiar, por lo que es fundamental saber cómo preservarlos a lo largo del tiempo”, señala Carlos Javier, presidente del comité Next Gen de AEF.
Cabe resaltar que la importancia de una normativa que regule el traspaso de una generación a otra radica también en la necesidad de garantizar la permanencia de la empresa a lo largo del tiempo, ya que solo el 3% de las empresas familiares llega a la tercera generación. En ese sentido, el especialista brinda claves importantes para integrar en las empresas nuevas ideas sin perder los valores familiares:
- Fomentar el diálogo intergeneracional: Crear espacios donde todos puedan compartir sus perspectivas y experiencias, de manera que se impulsen las tradiciones mientras se incorporan nuevas ideas.
- Establecer un plan de sucesión: Permite una transición gradual y bien estructurada facilita el respeto por las tradiciones empresariales.
- Involucrar a los jóvenes en decisiones estratégicas: Integrar a las nuevas generaciones en la toma de decisiones clave les permite sentirse valorados y comprometidos, y, a su vez, comienzan a conocer de cerca el enfoque tradicional.
- Respetar los valores familiares en la innovación: En lugar de cambiar radicalmente los valores empresariales, se puede invitar a los jóvenes a proponer innovaciones que se alineen con los principios familiares.
“Lograr una integración armoniosa entre tradición e innovación es fundamental para que las empresas familiares se mantengan competitivas y fieles a sus raíces. Al involucrar a las nuevas generaciones en un ambiente que valora tanto la historia como la adaptación, estas empresas pueden aprovechar la energía y las ideas de los jóvenes, garantizando así su relevancia en el mercado y el legado familiar”, culmina el experto.