En fechas de alta demanda, la precisión y orden de los pedidos, junto a la optimización de las rutas de transporte, ayuda a lograr una experiencia de compra positiva.
A puertas del viernes negro o Black Friday, que se realiza cada 29 de noviembre para dar inicio a la temporada de compras navideña, la industria del e-commerce y retail se preparan para atender la demanda de pedidos que se incrementa por los descuentos y promociones que caracterizan a esta fecha.
Este año, el black friday generaría un movimiento económico cerca a los US$10 millones, según las estimaciones de la Cámara de Comercio de Lima (CCL). Si bien las promociones están vigentes para las tiendas físicas y compras en línea, se ha evidenciado que, en Perú, esta última modalidad logró un crecimiento superior al 30% durante el último viernes negro, en comparación con otros países de la región, según Visa.
Ulrich Reiser, country manager de STG en Perú, señala que, frente al crecimiento del comercio electrónico, la optimización de las rutas logísticas es necesario para garantizar que los pedidos se entreguen a tiempo. ”Existen software que planifican las rutas de entrega de manera inteligente. A través de estas plataformas, que reduce los tiempo y costos de transporte, las empresas pueden monitorear en tiempo real cada etapa de entrega, ya que realizan el seguimiento de los vehículos y conductores; además tienen una comunicación con los clientes, ya sea a través de SMS, email o Whatsapp para informes sobre el estado del pedido”.
Actualmente los clientes son más exigentes y buscan una mejor experiencia de compra, lo que representa un desafío para las empresas, sobre todo en fechas de mayor demanda como el Black Friday. Para lograrlo, además de velar por los despachos eficientes, complementar las operaciones con rutas planificadas y controladas permite que se pueda manejar correctamente el volumen de pedidos y asegurar que lleguen a tiempo a los clientes.
“La logística en el sector e-commerce ha tomado mucha importancia para lograr operaciones exitosas. En ese punto, son más las empresas que están invirtiendo en la implementación de una logística de transporte eficiente, que, al coordinar con los almacenes y centros de distribución, permiten que la cadena de suministro sea fluida”, afirma Reiser.
Optimización de rutas impacta en la última milla
La última milla es la operación que cierra el ciclo de la cadena logística y tiene un rol clave en la experiencia final y percepción del cliente sobre la compra realizada. Su impacto dentro de las empresas ha generado que el sector de logística de última milla en el Perú crezca un 3% en el 2023 en comparación al anteaño pasado, según datos de la Cámara Peruana de Comercio Electrónico, CAPECE.
Los tiempos de entrega que son más cortos y precisos impactan en la fidelización de la marca. En ese sentido, tener planificadas rutas eficientes para los conductores, que sean monitoreados en tiempo real y tengan una comunicación constante hacen posible que las entregas se realicen en el plazo indicado.
“En fechas especiales, con alta demanda, el uso de la tecnología, genera un impacto positivo en la experiencia del cliente. Gracias a plataformas que realizan un seguimiento constante a las unidades de transporte, mejoran la competitividad de la empresa al reducir costos y velar por el cumplimiento de las entradas de pedidos, sin retrasos”, destaca Ulrich Reiser, Country Manager de STG en Perú.