El cierre contable es una oportunidad para evaluar la marcha de la empresa y proyectar estrategias para el próximo año.
El cierre contable anual es un proceso fundamental para todas las empresas, independientemente de su tamaño o sector. Este procedimiento permite consolidar la información financiera del año que termina y preparar el camino hacia un nuevo ejercicio con bases sólidas. Un cierre adecuado no solo garantiza el cumplimiento de las obligaciones fiscales, sino que también proporciona una visión clara de la situación financiera de la organización y permite tomar decisiones informadas para el futuro.
“El cierre contable es una oportunidad para evaluar la salud financiera de la empresa y proyectar estrategias para el próximo año. Es recomendable iniciar el proceso al menos una o dos semanas antes de la fecha límite para la presentación de los estados financieros. Con una buena planificación y atención a los detalles, el proceso puede ser mucho más eficiente y libre de complicaciones”, afirma la contadora pública Judy Victoria Regalado, docente de la carrera de Contabilidad del Instituto Carrión.
A medida que se acerca el cierre fiscal 2024, las empresas deben priorizar una ejecución ordenada y meticulosa para evitar contratiempos. La especialista nos presenta cinco pasos clave que las organizaciones pueden seguir para garantizar un cierre contable exitoso:
- Planificación y preparación del cierre: diseña un cronograma que establezca fechas límite claras para cada tarea, desde la recolección de documentos hasta la generación de informes. Asegúrate de contar con toda la documentación necesaria y revisa las políticas contables aplicables a tu empresa.
- Revisión de documentos y registros: verifica que todas las transacciones del año, incluidas las ventas, compras, ingresos y gastos, estén correctamente registradas. Detecta y corrige cualquier error o inconsistencia en los libros contables.
- Cálculo y registro de provisiones: realiza ajustes contables para incluir provisiones importantes, como la depreciación de activos y las obligaciones fiscales pendientes. Estos registros aseguran que los estados financieros reflejen con precisión la situación financiera de la empresa.
- Realización de conciliaciones y ajustes finales: concilia los saldos bancarios comparando los registros contables con los extractos bancarios. Ajusta las cuentas de clientes y proveedores para garantizar que los saldos sean correctos y reflejen la realidad.
- Generación y revisión de los estados financieros: prepara documentos clave como el balance general, el estado de resultados y el flujo de efectivo. Revisa detalladamente cada informe y, de ser posible, solicita una auditoría interna o externa para confirmar su precisión.
“Un cierre contable exitoso depende, además de la contabilidad, de la coordinación efectiva entre todos los departamentos. Hay que asegurar que todas las áreas, como ventas, compras, recursos humanos, etc., estén alineadas con las fechas y procedimientos de cierre”, remarca la docente de Instituto Carrión.
Siguiendo estos pasos, las empresas estarán en una posición sólida para cumplir con sus obligaciones fiscales y comenzar el 2025 con una estrategia financiera bien fundamentada.