Por René Bolio Halloran, presidente de la Comisión Mexicana de Derechos Humanos.
En una histórica resolución, el Senado de la República de Chile ha instado al presidente Gabriel Boric a tomar medidas contundentes contra la dictadura cubana, en respuesta a la grave situación humanitaria, política y económica que afecta al pueblo de Cuba, con base en la información y denuncias que ha realizado la Asamblea de la Resistencia Cubana.
La moción, aprobada sin votos en contra, pide al mandatario chileno que adopte acciones diplomáticas y presione a la comunidad internacional para frenar la represión que sufre el pueblo cubano, así como para poner fin al apoyo financiero que mantiene al régimen en el poder.
La resolución también expresa un firme respaldo a la Asamblea de la Resistencia Cubana y sus 54 organizaciones, tanto dentro de Cuba como en el exilio. Se insta al Estado chileno a apoyar a las fuerzas democráticas cubanas en su lucha por la libertad y los derechos humanos, y a continuar con sus esfuerzos para lograr una transición pacífica hacia la libertad.
Las gestiones realizadas por la Asamblea de la Resistencia cubana, exhibiendo a muchos legisladores latinoamericanos la realidad de la dictadura cubana, surten efectos de nuevo. Al tener acceso a la verdad, a datos duros y a la gravedad de la situación, los senadores chilenos decidieron apoyar al pueblo cubano.
Un llamado a la acción ante la tragedia cubana
El exhorto realizado por el Senado chileno surge en un contexto de creciente concientización sobre la crisis en Cuba, que se encuentra bajo una dictadura comunista desde hace más de 65 años, período durante el cual el país ha sido testigo de una profunda crisis económica, violaciones sistemáticas de derechos humanos y la represión de opositores políticos.
El Senado chileno ha decidido tomar una postura firme frente a este escenario, señalando también la responsabilidad de gobiernos democráticos que siguen enviando apoyo financiero al régimen cubano, contribuyendo indirectamente a la perpetuación de su poder autoritario.
La decisión del Senado chileno representa un paso significativo en el liderazgo de Chile en la región en materia de derechos humanos. Aunque el presidente Boric ha sido firme en su condena a los regímenes autoritarios de Venezuela y Nicaragua, su postura sobre Cuba ha sido objeto de controversia, ya que no se ha pronunciado ante la dictadura cubana.
Este giro en la política chilena es visto por muchos como un intento de equilibrar la posición del país frente a los desafíos en la región, alineándose con las demandas de aquellos que exigen el fin de las dictaduras en América Latina. La Asamblea de la Resistencia Cubana ha jugado un papel fundamental en sensibilizar a políticos latinoamericanos, incluidos aquellos en Chile, sobre la necesidad de actuar para poner fin al apoyo internacional al régimen cubano.
El Senado de Chile, con esta resolución, se posiciona como un actor clave en la denuncia de las violaciones a los derechos humanos en Cuba y en la exigencia de una respuesta internacional firme. Chile, un país con una historia reciente de transición a la democracia, tiene un compromiso moral con la defensa de los derechos humanos y la libertad. Un compromiso que, hoy más que nunca, debe extenderse a sus vecinos en la región y al pueblo cubano.