El puerto de Corío tendrá una profundidad de 28 metros, superando las capacidades del Megapuerto de Chancay.
Próximamente la región de Arequipa será sede de un segundo megapuerto peruano llamado El puerto de Corío. Este proyecto promete superar al Megapuerto de Chancay, no solo en capacidad sino también en innovación tecnológica. Corío tendrá una capacidad de 100 millones de toneladas métricas anuales, duplicando el alcance de los principales terminales del Perú.
Estados Unidos figura como uno de los principales inversionistas interesados en financiar este proyecto. La inversión inicial proyectada supera los 7.000 millones de dólares, lo que incluiría infraestructura avanzada, zonas de almacenamiento y una red de transporte multimodal que integrará vías terrestres, ferroviarias y aéreas.
«Según datos recientes, solo en el 2023, las exportaciones desde la región al mercado estadounidense crecieron un 12%. Con un puerto como Corío operativo, esa cifra podría incrementarse hasta en un 20% en cinco años,» afirma Milagros Torres, subdirectora académica de la Facultad de Negocios de Zegel.
Retos y proyecciones
El puerto de Corío tendrá una profundidad de 28 metros, superando las capacidades del Megapuerto de Chancay y permitiendo el ingreso de embarcaciones de gran calado. Además, su diseño incluye una infraestructura que no sólo optimizará la conectividad con mercados internacionales, sino que también impulsará el comercio regional, beneficiando a países vecinos como Bolivia, Brasil y Paraguay.
Sin embargo, pese al interés internacional, el proyecto enfrenta desafíos administrativos. La Autoridad Portuaria Nacional (APN) rechazó recientemente una propuesta inicial del consorcio encargado, lo que podría retrasar el inicio de su construcción.
Se espera además que genere una gran cantidad de puestos de trabajo pues, en cuanto al megapuerto de Chancay, se estima que para el 2025 haya generado más de 1,000,000 puestos de trabajo, una cantidad que deberá ser rebalsada por Corío.
Con la entrada de inversionistas extranjeros y la promesa de un comercio más eficiente y diversificado, el puerto de Corío podría marcar un antes y un después en el panorama logístico del Perú y América Latina.