El gobierno de El Salvador, liderado por Nayib Bukele, aprobó la extracción minera tras confirmar la existencia de depósitos de oro valorados en aproximadamente 131 millones de dólares. Este hallazgo, anunciado por el presidente, ha generado expectativas económicas y críticas por sus posibles impactos ambientales.
Bukele destacó que la extracción de estos recursos podría fortalecer la economía del país, destinando los ingresos a programas sociales y al desarrollo de infraestructura. Sin embargo, sectores ambientalistas han manifestado su preocupación por el posible daño ecológico y han solicitado transparencia en el manejo de los recursos y medidas estrictas para mitigar impactos negativos.
El debate en torno a la minería refleja el desafío de equilibrar desarrollo económico con sostenibilidad ambiental, un tema que seguirá siendo clave en la agenda nacional.