Cada 24 de enero se celebra el Día Internacional de la Educación, con la finalidad de reconocer la importancia del aprendizaje para alcanzar un desarrollo sostenible. Se trata de una responsabilidad colectiva que también involucra el compromiso de las empresas en la formación de sus colaboradores. Este año, la tercera edición se celebrará el 25 de enero de 2021 bajo el lema “Recuperar y revitalizar la educación para la generación COVID-19”, lo que se ha convertido en un verdadero reto ante la crisis sanitaria.
“La situación de emergencia que enfrenta el país afecta el desarrollo educativo bajo las condiciones tradicionales, sin embargo, son estas mismas circunstancias las que han permitido evidenciar la importancia de la tecnología y cómo nuestros profesionales acceden a la formación. Por ello, a nivel empresarial, resulta fundamental implementar herramientas para apoyar el desarrollo de competencias en nuestros equipos y guiarlos en su formación”, destacó Karim Del Aguila, HR Manager Perú, Ecuador y Bolivia en Siemens.
En ese sentido, la especialista destaca que se deben considerar cuatro métodos básicos para desarrollar y fortalecer las competencias de los colaboradores:
1. Desarrollar un plan de aprendizaje y desarrollo. Es importante planificar un programa de capacitación para los colaboradores que los prepare a nivel educativo, y también promover entornos personales de aprendizaje, donde cada uno puede configurar su propio itinerario formativo según sus necesidades, disponibilidad y capacidades previas.
2. Mentoring. Contar con el apoyo de un compañero o líder que tiene la experiencia necesaria para ayudarlo a fortalecer las competencias requeridas para el puesto, permitirá una transferencia de aprendizaje y facilitará la calidad y cantidad del trabajo, además de una mejora de la comunicación a todo nivel.
3. Equipos multidisciplinarios. Cuando se identifica que en el equipo hay alguien que necesita adquirir o reforzar una habilidad en particular, fomentar el aprendizaje colaborativo y la participación junto a colegas con distintas competencias será de gran utilidad para aprender por medio de la observación. Esto usualmente forma parte del aprendizaje social que refuerzan los conocimientos adquiridos en los espacios tradicionales de formación.
4. Rotación de puestos de trabajo. El aprendizaje de nuevas habilidades desde una posición diferente permite detectar las áreas de oportunidad de cada persona y las habilidades que requiere desarrollar para avanzar a puestos de mayor responsabilidad.
“El aprendizaje continuo es la base del crecimiento de los profesionales. Resulta importante que estos métodos se desarrollen junto a una evaluación permanente que permita determinar el desarrollo de las habilidades de sus equipos de trabajo, solo así se podrán reconocer las fortalezas y áreas de desarrollo de cada uno para convertirlas en oportunidades de mejora y establecer un plan de desarrollo encaminado a cerrar las brechas”, finalizó Del Aguila.