El PNISC tiene como propósito fundamental desarrollar y modernizar la infraestructura del país de manera que favorezca la competitividad, facilite la integración del Perú.
El gobierno peruano ha presentado un informe detallado sobre el progreso del Plan Nacional de Infraestructura Sostenible para la Competitividad (PNISC) 2022-2025, una de las iniciativas clave para mejorar la competitividad del país a través del desarrollo de infraestructuras de alta calidad y con un enfoque sostenible. Este plan tiene como objetivo transformar la infraestructura en un motor del crecimiento económico, impulsando sectores estratégicos como el transporte, la energía, las telecomunicaciones, el agua, y la gestión de residuos.
Objetivos del PNISC 2022-2025
El PNISC tiene como propósito fundamental desarrollar y modernizar la infraestructura del país de manera que favorezca la competitividad, facilite la integración del Perú con los mercados internacionales y promueva un crecimiento económico sostenible. Entre los objetivos principales destacan:
- Mejorar la calidad de la infraestructura existente: A través de la rehabilitación y ampliación de carreteras, puentes, puertos, y aeropuertos, así como de la implementación de tecnologías que faciliten la conectividad y el comercio.
- Desarrollo de infraestructura sostenible: Integrando prácticas y tecnologías que minimicen el impacto ambiental de los proyectos de infraestructura y promuevan el uso de energías renovables y sistemas de transporte eficientes.
- Impulso a la competitividad: Estableciendo proyectos que no solo optimicen la logística y el comercio, sino que también contribuyan a la creación de empleos y al fortalecimiento de las capacidades del sector privado en la ejecución de grandes obras.
Principales avances del PNISC 2022-2025
Hasta la fecha, el gobierno peruano ha logrado importantes avances en la ejecución de proyectos dentro del marco del PNISC. Algunos de los avances más destacados incluyen:
- Mejoramiento de la infraestructura vial: Se ha avanzado significativamente en la rehabilitación de más de 1,200 kilómetros de carreteras de alto tráfico en todo el país, lo que no solo mejora la movilidad interna, sino que también facilita la integración con los mercados internacionales, especialmente a través de corredores logísticos con países vecinos.
- Iniciativas de infraestructura energética: Uno de los grandes logros ha sido la construcción de nuevas plantas de energía renovable. En particular, se han desarrollado proyectos de energía solar y eólica en varias regiones del país, con la meta de que en 2025 el 40% de la electricidad nacional provenga de fuentes limpias y renovables.
- Ampliación y modernización de puertos y aeropuertos: La modernización de los principales puertos del país, como el de Callao, ha permitido mejorar la competitividad del Perú en términos de comercio exterior. La ampliación de aeropuertos en ciudades clave, como Lima, Cusco, y Arequipa, también está en marcha para incrementar la conectividad internacional y fomentar el turismo y el comercio.
- Infraestructura para la gestión del agua: En el ámbito de la gestión del agua, se han implementado proyectos para mejorar el abastecimiento en zonas rurales y urbanas, con la construcción de nuevas plantas de tratamiento y redes de distribución en diversas regiones del país. Además, se están desarrollando sistemas de captación de agua de lluvia y tratamiento de aguas residuales para fomentar un uso más eficiente y sostenible del recurso.
- Proyectos de telecomunicaciones: Un área clave dentro del plan es la mejora de la conectividad digital. En este sentido, se han instalado nuevas antenas de telecomunicaciones y se han expandido las redes de fibra óptica en zonas rurales, lo que ha permitido que más peruanos tengan acceso a internet de alta velocidad, lo cual es crucial para el desarrollo del comercio electrónico y la educación a distancia.
Retos por superar
A pesar de los avances, el Plan Nacional de Infraestructura Sostenible para la Competitividad enfrenta varios desafíos. Uno de los principales es la burocracia y los procesos lentos de aprobación de proyectos, lo que retrasa la ejecución de importantes obras. Asimismo, la falta de inversión privada en ciertos sectores sigue siendo una barrera para el desarrollo de infraestructura, aunque el gobierno ha impulsado iniciativas de asociaciones público-privadas (APP) para solucionar este problema.
