Jorge González Izquierdo: «Este incremento del sueldo mínimo restituye el poder adquisitivo perdido y minimiza impactos negativos en la economía”

Revista Economía conversó con el reconocido economista para analizar las implicancias del aumento del salario mínimo, las perspectivas de la inversión privada y los retos de la economía peruana en 2025. Además, discutió el impacto de los shocks externos y las políticas fiscales en el crecimiento económico.

La presidenta Dina Boluarte anunció el año pasado el incremento del salario mínimo, pasando a S/.1130. ¿Qué repercusión puede traer para la economía?

La deseabilidad de aumentar el sueldo mínimo depende de dos factores fundamentales. Primero, que la economía esté en crecimiento sostenido, ya que esto permite a las empresas absorber el incremento en los costos sin problemas, trasladándolo al costo final. Segundo, el monto del aumento debe ser razonable, basado en la inflación acumulada desde el último ajuste y en el crecimiento de la productividad.

En 2024, la economía peruana creció poco más de 3%, lo que cumple con el primer requisito. Además, el aumento de S/.105 (aproximadamente 10%) es razonable, ya que restituye el poder adquisitivo perdido sin provocar efectos adversos como despidos masivos, quiebras de microempresas o un alza de la informalidad.

¿Se podría realizar un nuevo incremento en el corto o mediano plazo?

Eso dependerá nuevamente del crecimiento económico y la inflación. Si esta regresa al promedio histórico de 2.5% anual, no sería necesario reajustar todos los años. En ese caso, un ajuste cada 2 o 3 años sería suficiente para mantener el poder adquisitivo sin generar desbalances en la economía.

¿Cómo se puede cambiar el panorama económico actual con la inversión privada, considerando la proyección estimada de 4% para 2025?

El crecimiento económico depende de la demanda agregada, que se divide en demanda interna (consumo privado, inversión privada y gasto público) y demanda externa neta (exportaciones menos importaciones).

Para 2025, se espera un crecimiento económico del 3%, similar al de 2024. La inversión privada puede ser un motor clave, pero su crecimiento del 4% dependerá del desarrollo de proyectos como Tía María, Safranal y la ampliación de Toromocho. Sin estos, la inversión privada crecería entre 2% y 2.5%, lo que ralentizaría el impacto positivo en la economía.

¿Qué factores podrían generar un shock negativo en la economía?

Los shocks negativos pueden ser internos o externos. Internamente, un fenómeno como El Niño, con lluvias e inundaciones, podría afectar sectores clave como la agricultura, pesca y minería. Externamente, una escalada en el conflicto entre Rusia y Ucrania podría elevar los precios del petróleo y otros insumos, afectando los costos en Perú.

Si evitamos estos shocks, podemos mantener un crecimiento económico cercano al 3% en 2025.

Ha mencionado la importancia del gasto público. ¿Qué opina sobre el déficit fiscal?

Es crucial reducir el déficit fiscal, que debería alcanzar el 2% del PBI en 2025. Para lograrlo, el gobierno debe controlar el gasto corriente, como aumentos salariales o contrataciones innecesarias, y priorizar el gasto en inversión.

Un gasto público descontrolado complicaría la labor del Banco Central, presionando al alza la inflación, y aumentaría la deuda pública, comprometiendo a las futuras generaciones.

¿Cómo reducir el déficit fiscal sin afectar la economía?

La solución está en racionalizar el gasto corriente, como transferencias a gobiernos regionales y municipales que no usan eficientemente los recursos. Es importante preservar el gasto en inversión, que tiene un impacto directo en el crecimiento económico.

Además del sector minero, ¿qué otros sectores pueden contribuir al crecimiento económico?

Sectores como construcción, manufactura y comercio tienen el potencial de liderar el crecimiento económico a corto plazo llegando al 3%. Junto con la minería, estos sectores deben recibir un impulso estratégico para generar mayores ingresos y empleo.

En Argentina, Javier Milei está aplicando políticas económicas radicales. ¿Podrían funcionar en Perú?

Se aplicaron el año 1990 y se hizo todavía mejor que lo que está haciendo Milei. Ya se aplicaron en el Perú y vemos los resultados que eso tuvo, la hiperinflación se bajó en menos de un año.

¿Cuándo podría estabilizarse la economía peruana?

Si logramos un crecimiento del 3% anual en 2024 y 2025, la economía alcanzará su nivel potencial de corto plazo. Sin embargo, este crecimiento no es suficiente para reducir significativamente la pobreza.

El ingreso per cápita crecería un 2% anual, descontando el 1% de crecimiento poblacional. Con este ritmo, la reducción de la pobreza será limitada, alrededor del 1% por año. Para un impacto más significativo, se necesitan reformas estructurales que aceleren el crecimiento económico a niveles superiores.

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