El 41% de las empresas planea automatizar trabajos, pero se generarán 78 millones de empleos netos, según el WEF.
La transformación tecnológica sigue marcando un antes y un después en el panorama laboral global. De acuerdo con el más reciente informe sobre el Futuro del Empleo 2025, publicado por el Foro Económico Mundial (WEF), se anticipa un crecimiento neto de 78 millones de empleos hacia 2030, impulsado por la creación de 170 millones de nuevos puestos de trabajo y la eliminación de 92 millones debido a la automatización.
«La incorporación de inteligencia artificial y automatización será un parteaguas en sectores como la manufactura, pero también en áreas de servicios como la educación y la salud. Por ejemplo, un 59% de la fuerza laboral global necesitará capacitarse o adquirir nuevas habilidades para mantenerse competitiva, según los mismos datos del WEF», agrega Patricia Paulet, subdirectora de las facultades de Ingeniería y Tecnología de IDAT.
El reporte, basado en datos recopilados de más de 1,000 empresas en el mundo, también pone de manifiesto que el 41% de los empleadores planea reducir su plantilla en la próxima década mediante la implementación de inteligencia artificial (IA) y tecnologías relacionadas. Sin embargo, el optimismo no desaparece, ya que el 77% de las organizaciones tiene previsto invertir en la actualización de las habilidades de sus trabajadores para enfrentar las nuevas demandas del mercado.
Nuevas oportunidades en áreas específicas
Aunque los trabajos relacionados con la tecnología están en el centro de esta revolución, los empleos de primera línea como agricultores, trabajadores de construcción y repartidores liderarán el crecimiento en términos absolutos. De igual forma, el envejecimiento de la población mundial incrementará la demanda de profesionales en los sectores de salud y educación.
Pese a estas oportunidades, las industrias deben enfrentar importantes desafíos. Un 63% de los empleadores identifica el desfase de habilidades como su principal obstáculo para la transformación empresarial. Esta brecha genera incertidumbre no solo en sectores emergentes, sino también en roles tradicionales, como cajeros y auxiliares administrativos, que enfrentan un alto riesgo de automatización.
Los trabajos del futuro requerirán una combinación de competencias técnicas y humanas. Mientras que áreas como la inteligencia artificial, big data y ciberseguridad lideran la lista de habilidades técnicas, capacidades como el pensamiento analítico, la resiliencia y la colaboración seguirán siendo esenciales para garantizar el éxito profesional.
Un futuro en constante evolución
Más allá de la tecnología, factores como el aumento del costo de vida, las tensiones geopolíticas y los cambios demográficos influirán en el mercado laboral. Según el WEF, la inflación y una desaceleración económica podrían contribuir a la pérdida de 6 millones de empleos adicionales para 2030.
Sin embargo, la adaptabilidad será clave. Los países y las empresas que inviertan en innovación y educación tendrán mayores oportunidades de sortear estos retos y aprovechar las nuevas oportunidades que surgirán en este complejo, pero prometedor, futuro laboral.