Por Janeth Parra, Gerente comercial de INANDES Grupo Financiero
Tener una buena relación con el dinero es fundamental para lograr una vida en abundancia. Uno de los primeros indicadores de una relación financiera saludable es nuestra reacción cotidiana hacia los pagos, inversiones y donaciones. Si ante una compra o contribución, lo primero que surge es un “esto es muy costoso o no tengo dinero”, es una señal que puede indicar una mentalidad de escasez. Este enfoque limitante nos impide disfrutar de la energía del dinero y sentirnos merecedores para atraer más, según Janeth Parra, Gerente comercial de INANDES Grupo Financiero.
Asimismo, la gerente explicó que cuando nuestra relación con el dinero es positiva, nos sentimos confiados de que este recurso fluye y vuelve a nosotros. Vibrar en abundancia no significa gastar sin control, si no ser consciente de que lo tiene todo, la abundancia no solo es el dinero, es la salud, el bienestar y tus relaciones. “El dinero es una energía que necesita movimiento y circulación para mantenerse viva, al dinero no le gusta estar estancado, porque al dinero le gusta la buena vida y está ahí para ayudarte. Y también para alegrarle la vida a alguien no solo recibir sino también dar, como en apoyo a causas sociales, o ayudar alguien que lo necesita y que tu puedes ayudar sin que ella se lo esperara. Al dinero le encanta alegrar corazoncitos o en el cumplimiento de tus sueños y los de tus seres queridos. Esta perspectiva genera un efecto magnético y fomenta un flujo de oportunidades financieras”, agregó
De igual manera, indicó que muchas personas tienden a vibrar en escasez por una programación que viene desde la niñez, es decir son patrones heredados. Escuchar a menudo en casa frases como “no hay dinero” o “no alcanza para más”, el dinero no cae de los árboles, puede condicionarnos a ver la vida desde la falta y el temor de quedarnos sin recursos. Estos pensamientos negativos se acentúan con el miedo en la adultez, y complementamos rodearnos de personas de la misma vibración que transmiten estas creencias limitantes. Por otro lado, la abundancia, nace de un lugar de autoconfianza y conciencia, quien entiende que puede generar ingresos a través de múltiples fuentes, crea una relación positiva con el dinero, sanando y armonizando la energía creando una nueva programación.
En ese sentido, comentó que para mejorar nuestra relación con el dinero, es necesario revisar patrones adquiridos y aplicar una mentalidad de propósito en nuestra vida financiera. Esta práctica fomenta no solo la creación de riqueza sino una relación basada en respeto y gratitud hacia el dinero. La gratitud es el imán de la riqueza, Si somos honestos con nosotros mismos y con los demas, cumplimos nuestros compromisos y mantenemos una actitud positiva hacia el dinero, generamos una energía de atracción que nos permite aprovechar todas las oportunidad que el universo te ofrece.
Por otro lado, la educación financiera juega un papel crucial en el desarrollo de una relación saludable con el dinero. Aprender sobre finanzas personales, inversiones y gestión de deudas no solo proporciona las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas, sino que también empodera a las personas para asumir el control de su vida financiera. Conocer y entender cómo funciona el dinero en nuestra vida cotidiana es clave para romper ciclos de escasez y abrirnos a nuevas posibilidades. La información se convierte en una herramienta poderosa que nos ayuda a enfrentar miedos y a construir un futuro más próspero.
Finalmente, es fundamental cultivar y adquirir nuevos hábitos que refuercen una mentalidad de abundancia. Esto incluye la práctica de la gratitud y el reconocimiento de las alegrías que el dinero puede traer a nuestras vidas. Agradecer por lo que ya tenemos, en lugar de enfocarnos en lo que nos falta, es un cambio de perspectiva que nos lleva a atraer más cosas buenas. Al enfocarnos en la abundancia, permitimos que la energía del dinero fluya con libertad, generando así un ciclo positivo de crecimiento y bienestar.