¿Tiene un análisis de pérdidas esperadas en su empresa?

Desde la perspectiva de la auditoría, abordar este tipo de KAM exige procedimientos rigurosos.

La evaluación de pérdidas esperadas se ha convertido en un elemento clave dentro de la auditoría de estados financieros, especialmente como Asunto Clave de Auditoría (KAM). Este enfoque, originado en el sector bancario por requerimientos regulatorios, ha sido adoptado por la norma contable NIIF 9. Sin embargo, en sectores no financieros, el cálculo técnico y los ajustes macroeconómicos no están plenamente incorporados en las prácticas contables y gerenciales, según comentó Christian Privat , Socio de Antut Advisors.

 “Esta situación plantea un reto importante para las empresas y evidencia la necesidad de madurar el análisis de pérdidas esperadas como parte del proceso de toma de decisiones estratégicas” dijo.

Precisó que, la provisión para pérdidas esperadas se convierte en un KAM por varias razones. “En primer lugar, su cálculo requiere un alto nivel de juicio gerencial y técnico. Los modelos empleados dependen de proyecciones macroeconómicas, como el desempleo y el crecimiento económico, y de ajustes subjetivos relacionados con riesgos emergentes y tendencias. Estos factores incrementan la complejidad y subjetividad del proceso, especialmente para empresas no acostumbradas a integrar este tipo de análisis prospectivo. Además, la provisión puede tener un impacto material en los estados financieros, lo que resalta la necesidad de controles internos sólidos y procesos bien diseñados” argumentó.

Por otro lado, comentó que es importante destacar que un KAM no implica una calificación en la opinión del auditor. Los KAM se incluyen en el informe para señalar áreas significativas que requirieron atención especial, pero no reflejan errores materiales o limitaciones que afecten la razonabilidad de los estados financieros. “Un asunto se convierte en una calificación únicamente cuando existen errores materiales, omisiones significativas o limitaciones al alcance que comprometen la presentación adecuada de los estados financieros” dijo.

En ese sentido, incorporar el análisis de pérdidas esperadas en la gestión empresarial no solo es una exigencia normativa, sino una oportunidad para fortalecer la gobernanza corporativa. “Evaluar el impacto de escenarios macroeconómicos en la cartera de activos permite anticipar riesgos, tomar decisiones informadas y mejorar la sostenibilidad financiera. Este enfoque promueve la madurez en las discusiones del directorio y del comité de auditoría, asegurando que las estimaciones técnicas se traduzcan en acciones estratégicas” destacó Privat.

Desde la perspectiva de la auditoría, abordar este tipo de KAM exige procedimientos rigurosos. Los auditores deben validar los controles internos, analizar la razonabilidad de los modelos y proyecciones macroeconómicas, revisar los ajustes subjetivos y contar con el apoyo de especialistas en modelación financiera. Estas acciones garantizan un enfoque técnico adecuado y la calidad del trabajo realizado.

Para finalizar, el ejecutivo resaltó que, la evaluación de pérdidas esperadas representa un desafío y una oportunidad. Aunque aún no es una práctica completamente arraigada fuera del sector financiero, su integración permitirá a las empresas anticipar riesgos y fortalecer su estructura de toma de decisiones. “La correcta identificación y tratamiento de este KAM no solo incrementa la transparencia, sino que también contribuye a una gestión más estratégica y resiliente” concluyó.