La moneda más valorada de Sudamérica no es el dólar ni el sol peruano

A pesar de que el dólar estadounidense, utilizado en Ecuador, y el sol peruano son ampliamente reconocidos por su estabilidad en la región, existe una divisa en Sudamérica que supera su valor y que pocos mencionan.

«El sol peruano ha demostrado una notable resiliencia frente a las crisis económicas y políticas. Desde el año 2000, solo ha perdido un 5.5% de su valor frente al dólar, mientras que otras monedas de la región han sufrido devaluaciones mucho más pronunciadas», destaca Milagros Torres, subdirectora académica de la Facultad de Negocios de Zegel.

Uno de los factores clave en la fortaleza del sol peruano es su sólido respaldo en reservas internacionales, que actualmente ascienden a aproximadamente USD 83 mil millones, lo que equivale al 30% del PIB del país. Asimismo, el Perú cerró el año pasado con un superávit comercial récord de USD 24 mil millones, lo que contribuyó a mantener la estabilidad de su moneda.

Por otro lado, Ecuador, que optó por adoptar el dólar estadounidense como moneda oficial en el año 2000 para frenar la hiperinflación y restaurar la confianza en su sistema financiero, ha logrado estabilidad, aunque sigue dependiendo de la política monetaria de Estados Unidos.

La moneda con mayor valor en Sudamérica

A pesar de la solidez del sol peruano y la adopción del dólar en Ecuador, la divisa de mayor valor en Sudamérica no pertenece a ninguno de estos países. Se trata del euro, utilizado en la Guayana Francesa, un territorio de ultramar de Francia ubicado en la costa noreste del continente.

El euro es una de las monedas más fuertes a nivel global. Actualmente, su cotización se mantiene en aproximadamente S/ 3,84 y USD 1,04 por unidad. Esta fortaleza se debe a la estabilidad económica de la Unión Europea y la confianza de los mercados financieros en su solidez.

La moneda más devaluada del continente

En el otro extremo, el peso argentino es la divisa con menor valor en la región. Su constante depreciación ha sido el resultado de una crisis económica prolongada y una inflación persistente. Para ilustrar esta caída, en 2017, el billete de 1.000 pesos argentinos tenía un valor cercano a USD 60, pero para mediados de 2022 su poder adquisitivo se redujo drásticamente a solo USD 8 al tipo de cambio oficial.

«La inestabilidad en los mercados financieros y la desconfianza de los inversionistas son factores determinantes en la depreciación de una moneda. Países con déficits fiscales elevados y alta inflación tienden a ver sus divisas perder valor rápidamente», explica Torres.

En el ámbito global, la divisa con mayor valor es el dinar kuwaití (KWD), cuyo tipo de cambio es de aproximadamente USD 3,24 por unidad. Su alta cotización se debe a la fortaleza de la economía de Kuwait, respaldada por vastas reservas de petróleo que representan el 95% de sus exportaciones y casi el 50% de su PIB.

El sol peruano, la moneda más estable de Latinoamérica

Si bien no es la moneda más cara de Sudamérica, el sol peruano se consolidó como la divisa más estable de América Latina en 2024. Según datos del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), cerró el año con un tipo de cambio de S/ 3,76 por dólar, con un leve incremento del 1.5% en comparación con el cierre del año anterior.

Mientras tanto, otras monedas de la región sufrieron caídas más pronunciadas. Por ejemplo, el real brasileño se depreció un 27.47%, el peso mexicano un 21.83%, y tanto el peso chileno como el colombiano registraron pérdidas del 12.49% y 13.68%, respectivamente.

«El sol peruano ha logrado mantener su estabilidad debido a políticas fiscales prudentes y al crecimiento sostenido del sector exportador. Esto lo convierte en un referente de solidez dentro de la región», concluye Torres.