Gravísimo peligro

Por: Antero Flores-Araoz

Parecería ser que nuestros políticos, al igual que nuestras autoridades que no lo son, viven de espaldas a la realidad y sordos por cierto a la narrativa de los antisociales que claman por el “que se vayan todos”.

No se dan cuenta del gravísimo peligro en que estamos, sobre todo a un año de las próximas elecciones generales, en que gran parte de los votantes perciben que el sistema democrático que se propugna y en el que estamos inmersos, por lo menos a ellos no les funciona, su vida sigue siendo miserable, no hay oportunidades laborales suficientes, la atención de la salud es una calamidad y la educación por allí va.

En el Poder Ejecutivo siguen flotando como si es que no sucediera nada, salvo el trabajo esmerado de algunos ministros.  Todos los días con más autorizaciones de viajes y nombramientos publicados en el diario oficial “El Peruano”, gastos por doquier, pero las atenciones tanto preventivas como reparadoras de la acción de huaycos, nada o muy poco y así podríamos seguir y seguir hasta el cansancio.

En el Parlamento, salvo notorias y notables excepciones, dedicados al mochar sueldos de colaboradores y apropiarse de ellos, a hacer añicos la economía y finanzas públicas con asignación de gastos, pero sin recursos reales que solo están en papel y tinta, pero que de realistas nada tienen, solo fantasía.

En el Sistema de Justicia la situación no es diferente.  El Ministerio Público funcionando peor que carcocha vieja, con demoras inusitadas y con investigaciones interminables, en la creencia que llenar páginas y páginas de expedientes ello resuelve todo.  En el Poder Judicial también las demoras son indignantes y encima le echan la pelota al Congreso por algunas normas que para temas importantes le asignan la doble instancia que está prevista en la Constitución, pero no solo para sentencias sino también para otras resoluciones relevantes.  Ésas leyes son solo pretextos pues las demoras increíblemente extensas, vienen de antes.

Los antisociales que quieren el caos y destrucción de nuestro sistema van calando en su prédica antes mencionada con el que “se vayan todos” y, que hay que hacer una honda transformación del Estado desde el ala siniestra, contraria a la diestra, pues nada funciona.

¡Por el amor de Dios! Es hora de que abran los ojos y de hacer las cosas bien, con patriotismo, eficiencia, conocimiento y honradez.  No pedimos lo imposible sino lo estrictamente debido.

Bueno es recordar la alocución del Papa Francisco el 18 de enero del 2018, solamente hace siete años en nuestra capital, donde expresó: “A quienes ocupan algún cargo de responsabilidad, sea en el área que sea, los animo y exhorto a empeñarse en este sentido para brindarle, a su pueblo y a la tierra, la seguridad que nace de sentir que Perú es un espacio de esperanza y oportunidad -pero para todos- no para unos pocos, para que todo peruano … pueda sentir que este país es suyo, no de otro, en que puede establecer relaciones de fraternidad y equidad con su prójimo y ayudar al otro cuando lo necesita, una tierra en la que pueda hacer realidad su propio futuro y, así forjar un Perú que tenga espacio para todas las sangres, en que pueda realizarse la promesa de la vida peruana” ¡Huelgan comentarios!