Por Felipe Mendoza, Analista de Mercados Financieros ATFX LATAM
El panorama financiero global se encuentra en un momento de alta volatilidad, marcado por una serie de acontecimientos económicos, políticos y corporativos que afectan a los principales mercados. En Estados Unidos, la incertidumbre en torno a la política monetaria de la Reserva Federal sigue siendo un factor clave para los inversionistas, mientras que en el ámbito corporativo se observan movimientos estratégicos significativos. En Europa, las cifras de inflación y empleo generan expectativas sobre las próximas acciones del Banco Central Europeo, mientras que, en Asia, las amenazas comerciales de Estados Unidos hacia China generan preocupación en los mercados emergentes.
En el ámbito macroeconómico estadounidense, las expectativas sobre la inflación continúan marcando el ritmo de los mercados. La media de 13 estimaciones del PCE para enero indica un aumento del 0,28% en términos subyacentes, situando la cifra anual en un 2,6%. Este dato es de particular relevancia para la Reserva Federal, ya que el índice de precios del gasto en consumo personal (PCE) es su medida preferida de inflación. Se espera que el PCE interanual se ubique en 2,5%, por debajo del 2,6% anterior, mientras que la medida mensual se prevé en 0,3%, manteniendo el nivel previo. Por otro lado, el PCE subyacente, que excluye alimentos y energía, se espera en 2,6% interanual, disminuyendo respecto al 2,8% previo, y con una variación mensual estimada en 0,3%, por encima del 0,2% anterior. Estos datos reflejan una desaceleración gradual de la inflación, pero aún se mantienen por encima del objetivo del 2% de la Fed, lo que sugiere que los recortes de tasas de interés podrían demorarse más de lo anticipado.
Además, varios miembros de la Fed han expresado posturas cautelosas sobre la política monetaria. Hammack indicó que no apoyará un aumento de tasas, ya que ve ancladas las expectativas inflacionarias, mientras que Harker enfatizó que la política monetaria sigue ejerciendo presión a la baja sobre la inflación y que es prudente esperar antes de realizar ajustes. Sin embargo, Hammack también reconoció que la relajación de la inflación no está garantizada y que persisten riesgos al alza.
El índice de miedo y avaricia se encuentra en 20/100, indicando miedo extremo en los mercados, lo que sugiere un posible aumento de la volatilidad en los activos de riesgo en las próximas sesiones. En este contexto, los inversionistas siguen de cerca los datos de inflación y empleo, así como las decisiones de la Reserva Federal sobre la evolución de las tasas de interés.
En el sector inmobiliario, una encuesta proyecta que los precios promedio de las viviendas en EE.UU. crecerán un 3,6% en 2025 y un 3,3% en 2026, en comparación con las previsiones anteriores del 3,2% y 3,5%, respectivamente. Por otro lado, la venta de viviendas pendientes en enero cayó un 4,6%, muy por debajo del pronóstico de -0,9%, lo que sugiere una desaceleración en el mercado inmobiliario.
En el sector corporativo, se han observado movimientos significativos. Meta despidió a una veintena de empleados por filtraciones de información, mientras que Starbucks anunció 1.100 recortes de empleos, incluidos 612 en Seattle, como parte de su reestructuración. Amazon, a través de su CEO Andy Jassy, destacó la creciente escasez de chips y energía para la expansión de la inteligencia artificial, señalando que las restricciones a la exportación de chips podrían beneficiar a naciones competidoras. Por su parte, los Hedge Funds han reducido su exposición a las acciones de tecnología y comunicaciones al ritmo más acelerado desde enero de 2021, reflejando un cambio de postura ante la incertidumbre macroeconómica y las valoraciones elevadas en el sector.
En Europa, las expectativas de inflación han mostrado signos de moderación. La encuesta del BCE indica que las expectativas de inflación de los consumidores para los próximos 12 meses se redujeron al 2,6% desde el 2,8%, mientras que las expectativas a tres años se mantuvieron en 2,4%. El IPC preliminar de Italia para febrero se ubicó en 1,7% interanual, en línea con lo esperado. En Francia, el IPC mensual de febrero fue del 0,0%, por debajo de la estimación del 0,2%, mientras que la tasa interanual cayó al 0,8%, también por debajo del consenso del 1,0%. Además, el PIB francés del cuarto trimestre registró una contracción del 0,1%, alineado con las previsiones. En Alemania, el desempleo aumentó en 5.000 personas, por debajo de la estimación de 14.000, lo que indica cierta resiliencia en el mercado laboral.
El Banco Central Europeo mantiene su postura de política monetaria, aunque las proyecciones indican que recortará la tasa de depósito en 25 puntos básicos el 6 de marzo hasta el 2,50%, y que para finales de junio podría reducirla al 2%. En Italia, el gobierno aprobó medidas para reducir la factura energética, en un contexto de persistente presión inflacionaria y volatilidad en los mercados energéticos globales.
En Asia, los datos de inflación de Japón reflejan una moderación en los precios. El IPC general de Tokio en febrero fue del 2,9% interanual, por debajo del 3,4% registrado en enero. El IPC subyacente, que excluye los costos de los alimentos frescos, se situó en 2,2%, por debajo de las expectativas del 2,3%. A nivel nacional, la inflación en Japón en enero aumentó un 4% interanual, alcanzando su nivel más alto desde enero de 2023. Las ventas minoristas en el país crecieron un 3,9% interanual en enero, el ritmo más acelerado en casi un año, aunque marginalmente por debajo del 4% esperado.
Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China vuelven a la agenda global. El expresidente Donald Trump anunció la implementación de aranceles del 25% sobre Canadá y México a partir del 4 de marzo, así como un arancel adicional del 10% sobre China. China respondió con una fuerte oposición y prometió tomar todas las contramedidas necesarias para salvaguardar sus intereses.
En este contexto, los mercados financieros siguen enfrentando desafíos considerables. La persistencia de la inflación, la incertidumbre sobre la política monetaria y las crecientes tensiones comerciales pueden generar volatilidad en los mercados de renta variable y fija. La expectativa es que la Reserva Federal mantenga las tasas sin cambios en el corto plazo, con posibles recortes a finales de año si los datos de inflación continúan mostrando señales de moderación. Sin embargo, la combinación de incertidumbre económica global y la desaceleración en algunos sectores clave podría generar episodios de aversión al riesgo en el corto plazo.
Los inversionistas deben seguir de cerca la evolución de las políticas monetarias en EE.UU. y la Eurozona, así como el impacto de las tensiones comerciales en las cadenas de suministro globales. La volatilidad podría persistir en los mercados, por lo que una estrategia prudente con diversificación y cobertura ante riesgos inflacionarios y geopolíticos será clave en los próximos meses.