Por Felipe Mendoza, Analista de Mercados Financieros, ATFX
Los mercados financieros globales enfrentan una semana de alta volatilidad, impulsada por decisiones clave en política monetaria, movimientos estratégicos en el sector corporativo y crecientes tensiones comerciales y geopolíticas. Desde Estados Unidos, las declaraciones de la Reserva Federal, la política comercial de la administración Trump y las inversiones en tecnología han marcado el rumbo de los mercados, mientras que en Europa el foco está en la política monetaria del Banco Central Europeo y las iniciativas de defensa de la Unión Europea. En Asia, las tensiones comerciales con Estados Unidos y los cambios en la regulación macroeconómica de China dominan la atención de los inversores.
En Estados Unidos, las declaraciones del presidente Donald Trump han impactado significativamente en el mercado. Trump ha suspendido la ayuda militar a Ucrania tras un enfrentamiento con el presidente Volodímir Zelenskiy, lo que ha generado incertidumbre sobre la estabilidad geopolítica en Europa del Este. Además, ha confirmado la imposición de nuevos aranceles a productos agrícolas externos a partir del 2 de abril, en un claro intento de favorecer la producción interna estadounidense. En una escalada de medidas proteccionistas, Trump ha cumplido su amenaza de imponer aranceles a Canadá y México y ha duplicado los impuestos existentes a China, lo que ha provocado represalias inmediatas. Canadá ha respondido con aranceles por un valor de 107.000 millones de dólares sobre productos estadounidenses, mientras que China ha implementado medidas específicas contra estas sanciones.
El mercado de divisas ha reaccionado con nerviosismo a estas decisiones. El peso mexicano (MXN) y el dólar canadiense (CAD) han mostrado volatilidad tras la entrada en vigor de los aranceles del 25% de Trump a las importaciones de estos países. Además, el presidente estadounidense ha criticado a Japón y China por presuntamente devaluar sus monedas, lo que ha aumentado la incertidumbre sobre la estabilidad del yen japonés (JPY) y el yuan chino (CNY).
Por otro lado, la administración Trump ha logrado atraer una inversión masiva en el sector tecnológico. Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) ha anunciado una inversión de al menos 165.000 millones de dólares en Estados Unidos para la construcción de cinco fábricas de chips adicionales, con el objetivo de consolidar el liderazgo estadounidense en la producción de semiconductores. Sin embargo, la Ley CHIPS ha sufrido un revés, ya que la oficina encargada de su implementación ha perdido dos quintas partes de su personal debido a la purga de Trump, lo que podría retrasar la ejecución del programa.
En el ámbito macroeconómico, el Índice ISM de empleo en el sector manufacturero de Estados Unidos cayó a 47,6 en febrero, por debajo del 50,3 del mes anterior, lo que indica una contracción en el sector. Además, el Índice de Precios del sector manufacturero ISM subió a 62,4, superando las previsiones de 56,2 y reflejando presiones inflacionarias persistentes. El PIB estimado por la Fed de Atlanta para el primer trimestre se revisó a la baja hasta -2,8%, lo que sugiere una desaceleración económica significativa.
En el sector energético, la OPEP+ ha confirmado su decisión de aumentar la oferta de petróleo en abril, aunque se mantiene abierta a pausar o revertir la medida dependiendo de las condiciones del mercado. Irak reportó exportaciones de petróleo en febrero de 3,308 millones de barriles diarios, ligeramente por encima de los 3,295 millones registrados en enero. Sin embargo, las conversaciones entre Irak y las petroleras internacionales han sufrido un estancamiento, lo que ha retrasado las exportaciones de Kurdistán.
En Europa, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado propuestas para rearmar al continente, con la Unión Europea planeando 150.000 millones de euros en préstamos para la defensa paneuropea, lo que podría movilizar hasta 800.000 millones de euros en inversiones. En el mercado laboral español, el desempleo disminuyó en 6.000 personas en febrero, mientras que el empleo neto aumentó en 58.700, reflejando una recuperación moderada del mercado laboral.
El Banco Central Europeo se prepara para una reunión clave en la que se espera una reducción del tipo de interés de depósito al 2,5%. Sin embargo, las crecientes divisiones entre los responsables de política monetaria podrían ralentizar futuros recortes. Según Jari Stehn, economista jefe europeo de Goldman Sachs, existe la posibilidad de una pausa en abril, aunque un nuevo recorte sigue siendo probable.
En el ámbito corporativo, Continental ha superado las expectativas del mercado con un EBIT ajustado de 2.700 millones de euros en 2024, superando la estimación de 2.510 millones de euros. Sin embargo, su margen EBIT ajustado en el segmento automotriz fue del 2,3%, por debajo de la estimación del 2,63%.
En Asia, China ha anunciado medidas para fortalecer su regulación macroprudencial con el objetivo de mantener la estabilidad del mercado financiero y mejorar la calidad del desarrollo económico. Además, el gobierno chino planea emitir una guía para fomentar el uso de chips RISC-V de código abierto en todo el país, en un esfuerzo por reducir su dependencia de la tecnología occidental. En el mercado laboral, la tasa de desempleo de Japón subió ligeramente al 2,5% en enero, por encima de la previsión del 2,4%.
Finalmente, la situación geopolítica sigue siendo un factor clave para los mercados. Israel ha advertido que reanudará la guerra en Gaza en diez días si no se alcanza un acuerdo, mientras que el Reino Unido reafirma su compromiso con Estados Unidos en materia de defensa y seguridad. El primer ministro británico, Keir Starmer, ha señalado que sería un gran error debilitar los vínculos con Washington, subrayando la importancia de la cooperación en asuntos estratégicos como la guerra en Ucrania y la reconstrucción de la industria de defensa.
El panorama de los mercados financieros se perfila altamente volátil en los próximos meses, con una combinación de riesgos geopolíticos, tensiones comerciales y decisiones clave de política monetaria que podrían definir la dirección del crecimiento económico global. La escalada arancelaria de Estados Unidos bajo la administración Trump amenaza con desestabilizar las relaciones comerciales con socios clave, mientras que la UE busca reforzar su capacidad de defensa con una ambiciosa inversión. En el frente monetario, la Reserva Federal y el BCE enfrentan un dilema entre sostener el crecimiento y controlar la inflación, lo que podría llevar a una moderación en los recortes de tasas. En Asia, la estrategia china de fortalecimiento macroeconómico y autonomía tecnológica sugiere un reposicionamiento ante la presión estadounidense. Con estas dinámicas en juego, los mercados seguirán mostrando episodios de incertidumbre, con la renta variable sometida a oscilaciones y un dólar que podría mantenerse fuerte ante la aversión al riesgo, mientras que los inversores buscarán refugio en activos como el oro y la deuda soberana en medio de la incertidumbre global.