Estrategias para involucrar a las comunidades y convertirlas en cocreadores de marca

Por Diego “Pico” Livachoff   – CCO en Potro

La relación entre marcas y consumidores ha evolucionado significativamente debido en gran parte a la hiperconectividad. Las empresas ya no solo comunican, sino que buscan la participación activa de sus audiencias en la construcción de narrativas y experiencias.

Sin embargo, el concepto de «cocreación» requiere una mirada más precisa. Diego «Pico» Livachoff, Chief Creative Officer de Potro, plantea una perspectiva diferente sobre la participación de las comunidades en el marketing y la publicidad.

De la cocreación a la participación activa

Para Livachoff, es importante redefinir el concepto de cocreación. “Creo que me inclino más por la palabra ‘participar’ o ‘interactuar’ en lugar de ‘cocrear’. Son pocos los ejemplos reales de cocreación, mientras que hay innumerables casos donde la gente es partícipe necesario de una campaña o idea”, explica.

La clave está en generar dinámicas donde los consumidores se sientan motivados a involucrarse sin que la marca imponga demasiadas barreras.

Un ejemplo de este enfoque es la campaña de Coca-Cola, en la que la marca se inspiró en las señaléticas pintadas por la gente y transformó ese contenido en una acción publicitaria. Aquí, la iniciativa partió de la comunidad y la marca la adoptó, generando una conexión genuina con su audiencia.

Plataformas y creatividad: la combinación ganadora

Las redes sociales han cambiado radicalmente el juego. Son el canal principal de interacción y conexión entre marcas y consumidores.

No obstante, Livachoff es enfático en que las herramientas están disponibles para todos y lo que realmente marca la diferencia es la creatividad: “Las plataformas ofrecen las mismas oportunidades para todas las marcas. La clave es hacer cosas que no se hayan hecho antes, con estrategia y creatividad. Decir y hacer cosas nuevas te pone en otro nivel de conversación”.

Este principio se refleja en campañas como la de JetSMART, donde la agencia Potro desarrolló una activación que invitaba a los usuarios a comparar el tamaño de su nariz con el pico de Machu Picchu a través de un filtro en Instagram. “No fue cocreación, pero sí una participación necesaria del público. Si no jugabas, no podías ganar un pasaje. La idea era divertida y la gente quería ser parte de ella”, comenta Livachoff.

Los retos de transformar comunidades en cocreadores

El mayor desafío para las marcas es entender que las audiencias no siempre están dispuestas a crear contenido. La gente no quiere publicidad y, mucho menos, sentirse obligada a generar contenido para una marca. “Si la participación se convierte en una moda sin un propósito real, pierde su impacto. Lo inesperado y lo diferente es lo que realmente llama la atención de los consumidores”, señala el CCO de Potro.

Por ello, recomienda que cualquier estrategia de participación de comunidades esté respaldada por una idea estratégica relevante. “Si una marca quiere involucrar a su audiencia, debe hacerlo con una propuesta que sea más que una tendencia pasajera. De lo contrario, durará lo que un ‘swipe’ en el celular”, advierte.

El futuro de la participación en el marketing

Si bien la cocreación puede parecer una tendencia en crecimiento, Livachoff cree que el foco debe estar en la interacción auténtica y en la generación de experiencias significativas. “En Potro no seguimos tendencias por seguirlas. Intentamos hacer cosas que nos diviertan, emocionen y generen algo en la panza. Si una idea lleva a la cocreación, bienvenido sea, pero no lo forzamos”, concluye.

Entender que la participación genuina proviene de propuestas creativas que conecten con los intereses y emociones de sus audiencias, es la clave para las marcas que realmente desean construir una relación duradera con sus comunidades.

Más que pedirles que creen contenido, el desafío está en ofrecerles algo tan atractivo que quieran ser parte de ello espontáneamente.