¿Qué significa la nueva escalada arancelaria entre China y EE. UU.? La guerra comercial toma un giro inesperado

China impone nuevos aranceles a productos agropecuarios estadounidenses en respuesta a las políticas de Washington. ¿Qué impacto tendrá este movimiento para ambas economías?

A partir de este lunes, entran en vigor los nuevos aranceles chinos a las mercancías agropecuarias de Estados Unidos, un movimiento que Beijing justifica como respuesta a las tarifas impuestas previamente por Washington. Este paso intensifica la guerra comercial entre las dos potencias económicas, que ya llevan años de tensas negociaciones comerciales.

La portavoz china de Exteriores, Mao Ning, defendió la postura de su país, afirmando que «China nunca ha buscado de forma deliberada que Estados Unidos tenga un déficit comercial con nosotros», y agregó que el comercio con China ha permitido a EE. UU. importar productos de calidad a bajo costo, lo que ha beneficiado tanto a consumidores como a empleos en sectores clave como transporte y comercio electrónico. Sin embargo, señaló que la actitud de Washington hacia China debe cambiar: “Estados Unidos tiene que aprender lecciones y cambiar su actitud”.

Los nuevos aranceles chinos afectan a una variedad de productos, incluyendo pollo, trigo, maíz, soja, carne de cerdo y vacuno, así como productos acuáticos, frutas y lácteos. El gravamen será del 15 % para algunos productos y del 10 % para otros, como el algodón y las verduras. Estos aranceles son parte de la respuesta de Pekín a los aranceles adicionales impuestos por el presidente Donald Trump, que incrementó las tasas al 20 % debido a su insatisfacción con la gestión del gobierno chino en temas relacionados con el fentanilo.

El sector agropecuario estadounidense, que históricamente ha dependido de China como uno de sus principales mercados de exportación, verá cómo se ve afectado por esta nueva ronda de aranceles. Aunque las exportaciones de EE. UU. a China han disminuido en los últimos años, el gigante asiático sigue siendo un cliente clave, especialmente en productos como el maíz, el trigo y la soja. Sin embargo, China ha diversificado sus proveedores, con países como Brasil y Ucrania ganando terreno frente a Estados Unidos.

Con estos aranceles, China busca hacer frente a la política de comercio agresiva de EE.UU., mientras que Estados Unidos se enfrenta a las repercusiones de una guerra comercial que podría afectar a consumidores, empresas y sectores clave de su economía. ¿Será este el principio de una nueva era en las relaciones comerciales entre ambos países?