La moneda local mantiene su estabilidad, pero factores externos como el conflicto entre EE.UU. y China y la caída del cobre podrían alterar su trayectoria en las próximas semanas.
El tipo de cambio USD/PEN cerró la jornada en S/3,7297, con un alza intradía del 0,40 %, en un contexto marcado por el recrudecimiento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. A pesar de que el sol peruano muestra una apreciación de 1,65 % en lo que va del año, los riesgos externos empiezan a generar presión sobre su desempeño futuro.
“El sol se ha comportado de forma sorprendentemente estable, incluso en medio de una elevada volatilidad global. Esto responde, en gran parte, a los sólidos fundamentos macroeconómicos del Perú, pero no debemos perder de vista los vientos en contra que podrían intensificarse si las tensiones geopolíticas escalan”, advierte Maximiliano Saldaña, analista de mercados en Capitaria.
Desde una perspectiva técnica y macroeconómica, el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) mantiene su tasa de referencia en 4,75 % desde marzo de 2025, tras haberla reducido desde un máximo de 7,75 % en septiembre de 2023. La inflación interanual se ubicó en 1,48 % en febrero, dentro del rango objetivo del ente emisor (1 % – 3 %), mientras que las reservas internacionales alcanzaron los US$83.094 millones en diciembre de 2024. Además, el país continúa registrando superávits en cuenta corriente, apalancados en exportaciones mineras estables.
No obstante, la estabilidad del sol dependerá cada vez más del contexto internacional. “Los inversionistas están observando de cerca no solo la evolución del conflicto comercial entre EE.UU. y China, sino también las decisiones de la Reserva Federal y su impacto sobre el dólar. Un fortalecimiento sostenido del DXY podría presionar al sol, especialmente si coincide con una caída del cobre, nuestro principal producto de exportación”, explica Saldaña.
Actualmente, el mercado cambiario opera dentro de un rango técnico entre S/3,65 y S/3,80. Si el tipo de cambio supera este techo, no se descarta una intervención del BCRP para contener la volatilidad, aunque ésta dependería del impacto sobre la actividad económica local, además, un agravamiento del conflicto entre EE.UU. y China podría cambiar drásticamente el panorama: “Se fortalecería el dólar como activo refugio, aumentaría el precio del oro, caería el cobre y se restringiría el comercio global. En ese sentido ocurriría una presión bajista para el sol peruano, algo que ya hemos visto en episodios anteriores. Este riesgo se mantendrá latente”, remarca el analista.
En ese escenario, el BCRP podría optar por recortar aún más las tasas de interés para sostener la demanda interna, lo que aumentaría la probabilidad de depreciación del sol. Por el contrario, una distensión comercial entre ambas potencias abriría la puerta a un entorno más favorable: “Ante un repunte del comercio global, recuperación de cadenas de suministro, alza del precio del cobre y rotación de capitales hacia mercados emergentes, el sol podría beneficiarse significativamente y volver a posicionarse como moneda refugio regional”, proyecta Saldaña.
Frente al dólar, el sol se mantendrá como una de las monedas más estables de América Latina. Mientras el peso colombiano y el mexicano han retrocedido cerca de 2 % en lo que va de abril, y el peso chileno muestra una alta correlación con la volatilidad del cobre, el PEN se mantiene con movimientos acotados y mayor solidez macroeconómica.
“La moneda local se encuentra en una encrucijada. Si el panorama global se torna más favorable, el sol podría fortalecer aún más su perfil como refugio regional. Pero si se intensifican los riesgos, veremos una presión creciente sobre su valorización. Lo que ocurra en los próximos meses será clave para definir su trayectoria”, concluye Maximiliano Saldaña, analista de mercados en Capitaria.