El sector minero en el Perú representa entre el 8.5% y el 15% del PBI nacional.
La industria minera peruana, motor clave de la economía nacional, enfrenta un desafío creciente en la formación de competencias laborales. Con el avance de la automatización, la digitalización y las exigencias de sostenibilidad, la demanda de trabajadores altamente capacitados ha superado la oferta de talento especializado, lo que obliga a replantear los enfoques educativos y de capacitación en el sector.
“El sector necesita fortalecer sus programas de formación para responder a las nuevas exigencias del mercado. La transformación digital está cambiando el perfil del trabajador minero. Ya no basta con conocimientos operativos; ahora se requieren habilidades en análisis de datos, gestión de equipos automatizados y sostenibilidad” agregó Felipe Sanhueza, CEO y Co-founder de Pignus. Quien además nos cuenta los principales desafíos en la formación de talento minero:
- Incorporación de tecnología en la educación: Las instituciones formativas deben actualizar sus planes de estudio para incluir habilidades en automatización, inteligencia artificial y análisis de datos aplicados a la minería.
- Capacitación en seguridad y sostenibilidad: Con normativas ambientales más estrictas, los trabajadores deben dominar estrategias de gestión sostenible y buenas prácticas en seguridad laboral.
- Accesibilidad a la educación en zonas mineras: La distancia y la falta de infraestructura educativa dificultan la capacitación de comunidades cercanas a los yacimientos.
- Adaptabilidad a los cambios del mercado: La rápida evolución tecnológica requiere programas de actualización constante para trabajadores en ejercicio.
Ante esta situación, la inteligencia artificial y la realidad virtual están revolucionando la forma en que las empresas mineras evalúan las competencias de sus trabajadores. A través de simulaciones inmersivas y análisis automatizados, estas tecnologías permiten medir habilidades técnicas, toma de decisiones en entornos críticos y nivel de adaptación a nuevas herramientas. Además, la IA facilita evaluaciones continuas, identificando brechas de conocimiento y recomendando planes de formación personalizados, lo que optimiza el desarrollo del talento en el sector.
“El futuro de la minería peruana depende de la capacidad del sector para desarrollar una fuerza laboral calificada y adaptable. Es fundamental invertir en educación y capacitación para garantizar la sostenibilidad y competitividad de la industria”, afirma Sanhueza.
Con una creciente presión por adoptar prácticas más sostenibles y eficientes, la formación de competencias en la minería peruana se perfila como un factor determinante para el éxito de la industria en los próximos años.