Empresas priorizan poco la salud mental pese al aumento de riesgos organizacionales

  • El informe People Risk 2024 de Marsh McLennan revela una desconexión entre los riesgos organizacionales y la inversión en el sistema salud, como por ejemplo para hacer frente a una crisis como desastres naturales o una pandemia.
  • Un 46% de los líderes de Recursos Humanos está reforzando su presupuesto en salud física y mental .

En un contexto regional marcado por el aumento sostenido de los costos médicos y el creciente impacto en la salud mental como uno de los principales riesgos organizacionales, el informe People Risk 2024 de Marsh McLennan revela que el 46% de los líderes de Recursos Humanos planea incrementar su inversión en salud física y mental este año y un 33% entre los próximos 2 años. Esto sucede a pesar del avance de enfermedades crónicas y trastornos emocionales, los cuales ya están generando impactos visibles en la productividad, la rotación de talento y el ausentismo laboral.

“Estamos ante una tormenta perfecta: burnout, estrés laboral, enfermedades crónicas y baja inversión en bienestar. Las organizaciones que no tomen medidas hoy difícilmente podrán competir mañana”, advierte Adolfo Mesones, vicepresidente senior de Beneficios de Marsh McLennan.

El bienestar emocional se ha convertido en un factor con impacto directo en la propuesta de valor al empleado, que retribuye en el crecimiento, la sostenibilidad y la reputación de las organizaciones. Este escenario resalta la necesidad urgente de que las empresas adopten estrategias más proactivas para gestionar el bienestar integral de sus colaboradores, con el fin de mitigar los riesgos a largo plazo.

Ante esta demanda, desde Mercer Marsh Beneficios proponen cuatro frentes de acción clave:

  • Diseñar un esquema de trabajo para el bienestar, priorizando la salud mental y proporcionando ambientes y entornos psicológicamente seguros.
  • Adoptar una visión de ciclo de vida del bienestar, que integre salud física, salud mental, carrera, financiero y social en todas las etapas del desarrollo humano.
  • Promover beneficios inclusivos que cierren brechas para mujeres, cuidadores, familia monoparental y personas con enfermedades crónicas o neurodivergentes.
  • Reconfigurar el trabajo con ayuda de la tecnología y la inteligencia artificial, pero sin perder de vista el valor humano en la productividad y el propósito.

Una oportunidad para el sector asegurador

Este complejo panorama también representa una oportunidad estratégica para el sector asegurador. El rediseño de productos, la priorización de la prevención asociada al bienestar integral, con la inclusión de nuevas coberturas relacionadas a la salud mental podrían redefinir el papel del seguro corporativo en los próximos años. “Los seguros no deben limitarse a cubrir eventos, sino anticiparlos. Invertir en el bienestar integral de los colaboradores no solo tiene un impacto positivo en la salud organizacional, sino que también constituye una decisión financiera inteligente a largo plazo”, agrega Adolfo Mesones.

En un entorno donde los riesgos ya no son solo financieros, sino también humanos, la salud emocional y los entornos seguros se consolidan como un desafío y una oportunidad clave para las empresas peruanas.