- Perú aún está distante de recuperar las cifras de viajeros nacionales e internacionales que visitaban sus ciudades y más importantes sitios turísticos.
OBS Business School realizó el informe de investigación ‘El turismo del final de la pandemia’, en el que se analizan diferentes aspectos del sector como, por ejemplo, ¿cómo se está desarrollando la ‘nueva normalidad turística’?, además ¿qué sucederá con el turismo en el futuro cercano? o ¿cómo será viajar después de la pandemia?
La incertidumbre económica y la falta aún de protocolos oficiales y consensuados a escala global (a pesar de loables iniciativas europeas como el pasaporte COVID), bien podrían generar pronósticos futuros de ciencia ficción y poco reales o aplicables.
Al respecto, Jorge Tuñón, Colaborador de OBS Business School y realizador del análisis, destacó que en el 2020 el sector perdió US$ 2,4 billones y este año las pérdidas estarían entre los US$ 1,7 y US$ 2,4 billones, es decir entre el 1,9% o 2.7% del PIB mundial.
En Perú el reto también es grande, pues debe recuperar la afluencia de visitantes que tenía antes del inicio de la pandemia. Según cifras de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), cerca de 78,000 turistas extranjeros y dos millones de viajeros nacionales concurrieron a las ciudades del país durante el primer semestre del año. Los datos revelan un contraste con los 16 millones de personas que se movilizaron solo entre enero y marzo del 2020, antes del inicio de la pandemia.
Perú es una de las potencias turísticas del continente y -por ende- la recuperación total podría demorarse un poco más, ya que aún la pandemia deja impactos en la economía de la mayoría de la sociedad y, sobre todo, potenciales viajeros, por lo que se requerirán estrategias que contribuyan al repunte de turistas nacionales e internacionales.
Pero, ¿qué viene en general para el sector y cuáles son las tendencias?
Una de las primeras inquietudes para la mayor parte de los países del mundo, pero sobre todo para aquellos más dependientes del turismo es: ¿cómo recuperar al turista tras la devastación de la Covid-19? Los viajeros hoy no perciben el turismo de la misma manera.
Las personas venían disfrutando de modelos turísticos que han democratizado el mercado, pero habrá que ver si son capaces de sobrevivir a la pandemia. Este es el caso de la aviación de bajo costo y el modelo de alojamiento a través de plataformas de intermediación digitales tipo Airbnb. Precisamente, una buena parte de las viviendas ofertadas en dichas plataformas, mayormente ubicadas en los centros urbanos, pasaron a ser comercializadas como alquileres de larga duración ante la ausencia de viajeros.
“Aunque parezca contradictorio, iniciativas como el pasaporte COVID europeo demuestran que la salida a la crisis turística debe pasar necesariamente por la colaboración entre países, incluso, con aquellos con los que se compite. Algo que ya se está planteado también en Latam”, explicó el experto de OBS.
Si bien resulta complicado predecir al milímetro el perfil del turista que saldrá de la pandemia, parece evidente un mayor énfasis en la predilección de las personas por la digitalización de determinados procesos (ventas, reservas, soporte, atención al cliente y hasta virtualización de determinadas experiencias) y de la fidelización de los viajeros.
El viajero del 2021 no solo debe acostumbrarse, sino que será exigente al demandar el cumplimiento de medidas sanitarias y distanciamiento social (sobre todo en interiores). Además, apostará más por el turismo de cercanía, con un perfil, sobre todo en el 2021, principalmente nacional, en estancias a menudo más cortas y con carácter familiar.
Igualmente, se puede prever un perfil más rural o natural, con tendencia a alejarse de las grandes masificaciones de antaño, así como un viajero de un poder adquisitivo superior al de temporadas pre-pandémicas ya que ahora viaja solo quien se lo puede permitir con motivo de los efectos socio-económicos, es decir se puede hablar de un turista de mayor calidad y gasto promedio.
En definitiva, para estar en el liderazgo del turismo post-pandémico, los países no solo necesitan los ingredientes tradicionales como gente, paisaje, playas, clima, estilo de vida, e infraestructuras, sino mucho más.
“Una vez que se empieza a vislumbrar el final del túnel de la pandemia, el turismo deberá seguir siendo, sobre todo en algunos países, una fuente de ingresos a capital y un generador de oportunidades, motivo por el que necesitará de una reingeniería en profundidad que lo adapte a un nuevo entorno postpandémico. Del éxito al asumir el desafío de mantener la categoría y encontrar las herramientas para su relanzamiento y adaptación a unas nuevas reglas, dependerán no pocas economías nacionales”, concluyó Tuñón.