Adaptarse o Quedarse Atrás: El Desafío del Aprendizaje Continuo en la Era Digital

De acuerdo con el reporte anual Visma Latam HR 2024, más de un 30% de las organizaciones de Latinoamérica no cuenta con un plan de carrera o formación para sus colaboradores. 

En un entorno laboral en constante evolución, mantenerse competitivo y eficiente requiere más que nunca de una actualización continua. La adaptación a los cambios tecnológicos y la adquisición de nuevas habilidades se han convertido la clave para el éxito; y de acuerdo con el reporte anual Visma Latam HR 2024, en los próximos 8 meses, los tres principales factores que definirán los cambios estratégicos en los modelos de trabajo en Latinoamérica serán: las necesidades específicas de los puestos (64,5%), los avances tecnológicos (55,5%) y las capacidades e intereses de los colaboradores (50,4%).

En ese contexto de cambios en las funciones laborales y nuevas tecnologías, el aprendizaje continuo es esencial para mejorar el desempeño laboral y potenciar las habilidades de los colaboradores. Este enfoque implica ofrecer oportunidades para adquirir nuevos conocimientos y competencias que amplíen el repertorio de saberes y destrezas. Puede llevarse a cabo de manera formal, a través de cursos y capacitaciones estructuradas, o de manera informal, mediante la observación de colegas experimentados, la lectura de artículos especializados y la participación en conferencias.

Benjamin Chavez, Customer Success Consultant de Visma Latam, expertos en soluciones para recursos humanos, con oficinas en Perú, destaca que “El aprendizaje continuo es una ecuación para el éxito. A través de las nuevas y mejoradas habilidades de los colaboradores, las empresas se benefician con mayor productividad ya que, los talentos mejor preparados rinden más y son más eficientes, la lealtad del personal puesto que ésta crece cuando los colaboradores sienten que la empresa invierte en su desarrollo y la reputación como marca empleadora porque las empresas que invierten en aprendizaje continuo son percibidas como innovadoras y comprometidas con sus equipos”.

Asimismo, según datos de Inserver, el 42% de los colaboradores consideraría dejar su empleo si no encuentra oportunidades de aprendizaje. Esto pone evidencia que, en el entorno laboral actual, los colaboradores buscan más que un simple salario, esperan contar una cultura de aprendizaje continuo y oportunidades de crecimiento. De ahí que los planes de desarrollo y formación pasen a ser un factor clave para la retención del talento.

En este sentido, el experto de Visma Latam en Perú entrega algunas estrategias de aprendizaje para el desarrollo en la era digital:

  • Adoptar un enfoque basado en competencias

Con el derrumbe del ‘techo de papel’, es decir, de las titulaciones universitarias, la gestión del talento ha empezado a virar en favor de las habilidades. Esto permite a las empresas no sólo reducir la brecha del talento, sino contar con personal con las competencias necesarias para adaptarse a los rápidos cambios del mercado. Se trata, entonces, de identificar las habilidades necesarias para los puestos de trabajo, y así brindar a los colaboradores acceso a un rango más amplio de conocimientos aplicables.

  • Fomentar grupos de colaboración a través de proyectos

Crear oportunidades para que, talentos con distintas habilidades y conocimientos, trabajen en conjunto en la resolución de desafíos complejos. Las iniciativas de colaboración, como lo son los proyectos internos, brindan oportunidades para compartir enfoques y saberes, a la vez que se fomenta una cultura innovadora.

  • Implementar programas de mentoría

La mentoría es una estrategia probada que puede ayudar a los colaboradores a desarrollar su potencial. Aunque suele pensarse para las etapas tempranas de la carrera, su valor se extiende a todo el ciclo laboral, por ejemplo, ante ascensos o movimientos de puesto. Un mentor brinda apoyo, consejo, refuerzo y es un ejemplo constructivo. Pero, como cada colaborador tiene necesidades individuales, para ser efectivo, un programa de mentoría debe ofrecer la flexibilidad suficiente para adaptarse a las características singulares de cada aprendiz.

  • Ofrecer nuevas formas de capacitación

Con sus diferencias individuales, cada colaborador trae a la organización su propio bagaje formativo, personalidad e intereses, así como una forma particular de acercarse al conocimiento y aprender. Es importante no quedarnos con propuestas de capacitación rígidas y ofrecer una variedad de alternativas de capacitación que permitan satisfacer estos distintos enfoques y preferencias, aprovechando, incluso, nuevas herramientas como la IA. Algunas propuestas en este sentido incluyen: on-the-job trainings, asignaciones temporales para proyectos específicos, capacitaciones en línea, workshops y seminarios, talleres interactivos personalizados, bootcamps y simulaciones de rol, entre otros.

  • Crear canales temáticos

Si la organización cuenta con herramientas de comunicación interna, crear canales con temáticas específicas y con fines formativos es una gran alternativa. Por ejemplo, puede implementarse un espacio para desarrolladores en el que se intercambien ideas de inteligencia artificial y machine learning, o que reúna a los equipos de ventas y marketing para enfocarse en iniciativas de crecimiento. Además, estos canales pueden utilizarse para compartir recursos educativos, como artículos, videos y podcasts relevantes, o para organizar sesiones de preguntas y respuestas con expertos internos e invitados. De este modo, se fomenta una cultura de colaboración y aprendizaje continuo, permitiendo a los colaboradores ganar nuevos conocimientos y mantenerse actualizados sobre las últimas tendencias y mejores prácticas en su campo.

Chávez finaliza señalando que “Hoy más que nunca las empresas son escenario de su veracidad. El futuro es siempre un lugar de incertidumbre. Y si bien no puede saberse con certeza qué depara, las tendencias tecnológicas actuales, los cambios demográficos y las necesidades ligadas a la sustentabilidad, hacen suponer que el mundo laboral del mañana requerirá de una serie de habilidades y conocimientos específicos, tanto técnicos como soft. En un mundo laboral en rápida transformación, las empresas que fomenten una cultura de aprendizaje continuo estarán mejor posicionadas para enfrentar los desafíos del futuro. Así, garantizarán que sus colaboradores adquieran y mantengan competencias relevantes para impulsar la innovación y el crecimiento organizacional”.