- El gremio indicó que la Ley 31110 es un “castigo” contra el sector agrario, producto de populismos e ideologías anti inversión.
- Dijo que las nuevas autoridades, que asumirán en julio, tendrán la responsabilidad de “corregir el despropósito” de la referida ley.
El nuevo régimen laboral agrario, que reemplazó a la derogada Ley 27360 – Ley de Promoción Agraria, hará más cara y menos competitiva a la agricultura formal del Perú, lo que se traducirá en una menor inversión y trabajo formal en el sector, y condenará a más trabajadores a la informalidad, a salarios por debajo de la Remuneración Mínima Vital (RMV) y a un aumento de la pobreza.
Así lo advirtió el director ejecutivo de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), Gabriel Amaro, quien indicó que la Ley 31110 es un “castigo” contra el sector agrario, producto de populismos e ideologías anti inversión, que afecta a las empresas formales, a los ingresos fiscales y, principalmente, a los trabajadores agrarios.
Señaló que la Ley 31110 tiene errores estructurales contrarios a la competitividad del agro, entre los que destacan la creación de una RMV diferenciada sin sustento técnico, vulnerando la ley que le concede dicha responsabilidad al Consejo Nacional de Trabajo; y la creación de un aumento salarial, distorsionando el libre mercado laboral y salarial.
“También se crea la negociación colectiva específica, vulnerando el marco jurídico sin razón válida, en un país donde menos del 6% es sindicalizado, y cerca del 80%, informal; y se eliminan gradualmente incentivos para las inversiones, vulnerando el clima de negocios de largo plazo; entre otros errores”, puntualizó.
El ejecutivo indicó que todo esto, como gran logro, afecta sólo al 20% formal del sector, mientras que “al 80% informal no se le obliga a nada, pese a que es este el que, de manera sistemática, vulnera los derechos de los trabajadores ante la ausencia del Estado”. “Ahí radica parte de la irracionalidad del populismo desatado en el país y de un Estado desenfocado de la realidad”, expresó.
En tal sentido, cuestionó la derogatoria en diciembre de la Ley 27360 – Ley de Promoción Agraria, decisión a la que calificó como uno de “los peores actos populistas de los últimos tiempos”. Dijo que, con esa medida, el Estado destruyó el clima de negocios de un sector que, durante 20 años, se convirtió en motor de desarrollo y crecimiento para el país.
“Hoy, estamos en medio de una campaña presidencial y congresal. Los que serán elegidos democráticamente tendrán la responsabilidad de corregir el despropósito de la Ley 31110. La agricultura no merece pobreza, informalidad, ni desempleo, sino que, con todo su potencial y una mejor ley, debe seguir generando riqueza, bienestar y empleo formal para el Perú”, manifestó.