- Ante la propagación del coronavirus en nuestro país, la teleconsulta actúa como complemento de la consulta presencial, siendo un primer filtro de descarte.
.
Según la Ley Marco de Telesalud N° 30421, la teleconsulta es considerada la atención a distancia entre un profesional de la salud y el paciente mediante el uso de las TIC (Tecnologías de la Información y de la Comunicación), con fines de prevención, diagnóstico, tratamiento, recuperación, entre otras disposiciones indicadas por el Ministerio de Salud (MINSA).
En ese contexto y ante el panorama que vivimos con la propagación del coronavirus, es importante saber cómo procederán las distintas ramas de atención médica como el caso de las consultas oftalmológicas. Para el Dr. Carlos Siverio Llosa, especialista de Oftálmica Clínica de la Visión, se debe tener en cuenta que, si bien la consulta presencial es considerada como la alternativa más completa para la evaluación de los ojos, la teleconsulta hoy en día es una buena opción para la atención del paciente, sea cual sea el cuadro clínico.
Teleconsulta
La teleconsulta permite que los pacientes puedan ser atendidos remotamente por un especialista gracias a la tecnología, lo que evita la movilización y un posible riesgo de contagio. Mediante esta modalidad de atención existe una vía de comunicación directa con el médico ante cualquier duda o consulta.
Por este servicio se pueden resolver enfermedades oculares leves como inflamaciones en los párpados, blefaritis, chalazión, orzuelo, conjuntivitis alérgica, entre otros. Además, brinda la posibilidad de hacer seguimiento a los pacientes que padecen de enfermedades oculares crónicas, como el glaucoma y el ojo seco, pero que estén bien controladas para evaluar cuando requerirán una atención presencial. Cabe indicar que, en algunos centros oftalmológicos, el médico puede acceder remotamente a la historia clínica del paciente y también puede emitir la receta médica respectiva.
El Dr. Siverio Llosa indica que los pacientes con factores de riesgo por la infección de COVID-19, como las personas diabéticas, hipertensas, de edad avanzada o todo aquel que prefiera no exponerse al contagio por dicho virus, pueden optar primero por una teleconsulta antes de movilizarse a un centro oftalmológico. Es así, que la teleconsulta actúa como un complemento de la consulta presencial.
Atención presencial
En el caso de que un paciente requiera una consulta presencial, se le debe atender siguiendo todos los protocolos de bioseguridad. Cuando la persona asiste a su cita, se le mide la temperatura antes de ingresar al establecimiento, se le invita a lavarse las manos, a desinfectar sus zapatos y se le otorga una mascarilla en caso no la tenga.
Asimismo, la persona podrá asistir con un acompañante solo en casos estrictamente necesarios para evitar aglomeraciones en el centro, por lo que se recomienda que asista sola. Durante la consulta, se debe minimizar la conversación doctor-paciente, de preferencia al término de la revisión y con la distancia respectiva. Cabe destacar que tanto los ambientes como los equipos deben ser debidamente desinfectados antes y después de cada consulta. A su vez, el personal médico y administrativo debe usar el equipo de protección personal (EPP) para uso oftalmológico y la cantidad de colaboradores que asista deberá ser la mínima e indispensable, siendo lo recomendado una cuadrilla de atención, para salvaguardar la salud de los pacientes.