Desde su apertura, el Puerto de Chancay está generando un fuerte impacto económico y atrayendo inversiones millonarias de empresas chinas, que cambiarán la industria local y global. Descubre cómo este megaproyecto está acelerando el crecimiento del Perú.
El Puerto de Chancay, inaugurado a finales de noviembre, ha demostrado ser un motor clave para la economía peruana. Con un impacto inmediato en el comercio exterior, ya ha movilizado más de US$ 400 millones en importaciones y exportaciones, generando S/. 144 millones en tributos. Este auge contribuyó a un aumento del 4.07% en el Producto Bruto Interno (PBI) de Perú en enero de 2025, marcando una aceleración económica significativa respecto a 2024.
La empresa gestora, COSCO Chancay, ha establecido rutas más eficientes que conectan a Perú con países clave de Asia, como China, lo que reduce el tiempo de viaje en al menos 10 días para las mercancías de Colombia, Ecuador, Bolivia y Chile.
Pero las noticias no terminan ahí. En una reciente entrevista, el gerente adjunto de COSCO Shipping Ports, Carlos Tejada, anunció un «boom» de inversiones chinas en la zona de Chancay. Estas incluyen una planta ensambladora de vehículos eléctricos de la firma BYD, un centro de distribución regional de Huawei, y una planta de transformadores, que esperan establecerse tan pronto como se apruebe el régimen de las Zonas Económicas Especiales (ZEE).
El crecimiento no se limita solo a la infraestructura: la empresa China National Petroleum Corporation (CNPC) está asegurando las reservas de gas necesarias para desarrollar una futura industria petroquímica en el país. Esto potenciará las exportaciones agrícolas y fortalecerá los acuerdos comerciales con China y el sudeste asiático.
La inversión total de China en el Perú asciende entre 30 y 40 mil millones de dólares, incluida la construcción del megaportu, lo que coloca al país en una posición privilegiada para aprovechar las oportunidades de la nueva Ruta de la Seda. La aprobación de las Zonas Económicas Especiales, que ha sido respaldada por el gobierno peruano, promete transformar aún más la región, atrayendo a multinacionales que buscan beneficiarse de un sistema tributario favorable y una ubicación estratégica.
Sin embargo, a pesar de este enorme potencial, el Perú enfrenta retos, como la falta de conexión ferroviaria con Brasil, que es crucial para el éxito completo de las rutas Chancay-Shanghái. Mientras tanto, las tensiones geopolíticas en América Latina, particularmente con Estados Unidos y su influencia en Panamá, podrían convertirse en un factor disruptivo para estas inversiones.
Con el auge de estas inversiones, el futuro del Puerto de Chancay es más prometedor que nunca. ¿Está el Perú preparado para aprovechar este impulso y garantizar su posición en la economía global?