Uno de los principales desafíos consiste en mejorar la eficiencia de nuestras fuerzas del orden.
Los comerciantes peruanos esperan una recuperación del consumo privado que impulse las ventas en la próxima campaña navideña, en un contexto donde es urgente atender el riesgo que podría representar la inseguridad ciudadana para la actividad empresarial.
La Red de Estudios para el Desarrollo (REDES) ha identificado que, a puertas de iniciar la campaña navideña, los comerciantes peruanos esperan dinamizar más sus ventas hacia fines de este 2024. Esto, debido a que se está observando una recuperación del consumo privado luego de un mal año en 2023.
“El consumo privado es básicamente el gasto que hacemos los hogares en bienes y servicios, y abarca desde las compras del día a día, hasta gastos en entretenimiento, transporte, y bienes duraderos como electrodomésticos. En términos simples, el consumo privado es crucial porque refleja cuánto están gastando las personas en el mercado, y esto impulsa a su vez la actividad económica en general”, explicó Patricio Lewis, investigador de REDES.
Según la Cámara de Comercio de Lima, durante estas fechas, los productos que más destacan son los juguetes, la ropa, los equipos electrónicos –como laptops o celulares– y los artículos relacionados a obsequios.
Para el BBVA Research, en tanto, el consumo privado de este año cerraría con un crecimiento del 2,7%. Esto, en contraste con el crecimiento del consumo privado del 2023 que fue del 0,1%, el más bajo desde 1999. Este resultado impactó negativamente en los resultados de la campaña navideña de ese año.
Además, de acuerdo con Lewis, la menor inflación experimentada este año explicaría gran parte del incremento en el gasto de las familias peruanas. Gracias al trabajo del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), en agosto de este año este indicador se encontró en 1,97%, dentro del rango meta de 1 a 3% fijado por la entidad.
“Con la inflación bajo control y en niveles más bajos que en años anteriores, los consumidores tienen un mayor poder adquisitivo, lo que podría traducirse en un impulso positivo para que consuman más. Esto genera expectativas favorables para el comercio, ya que un menor aumento en los precios permite que los hogares destinen una mayor parte de sus ingresos a compras de temporada, potenciando así la actividad económica en este periodo clave del año”, sostuvo Lewis.
Inseguridad ciudadana: limitante del crecimiento
A pesar de los indicadores mostrados y que permiten a los empresarios contar con expectativas más optimistas, Lewis recordó que se requiere abordar la problemática de la inseguridad ciudadana, pues esta puede llevar a los pequeños comerciantes a cerrar sus negocios por miedo a ser víctimas, limitando así el crecimiento económico.
Por ejemplo, según la Asociación de Mujeres Bodegueras del Perú (Agremub), más de 2,600 bodegas limeñas cerraron debido a extorsiones y cobros de cupos en 2023.
“Empezando por el hecho de que el gasto de las empresas en medidas de prevención es significativo en el Perú –hasta el 2% de sus ingresos–, la inseguridad ciudadana es una de las principales preocupaciones para las empresas peruanas”, expresó el investigador.
Ante esta situación, indicó Lewis, uno de los principales desafíos consiste en mejorar la eficiencia de nuestras fuerzas del orden, así como la confianza ciudadana en la policía, la Fiscalía y el Poder Judicial. Para ello, continuó, nuestras autoridades deben ser servidores públicos comprometidos y capacitados que gestionen los recursos de manera eficiente y transparente.
“No olvidemos que la campaña navideña es la más importante del año y que representa el 40% de las ventas de las empresas. Es fundamental, en ese sentido, garantizar el dinamismo de la actividad a través de medidas que nos permitan contrarrestar la problemática que representa la inseguridad. Sin confianza en nuestras instituciones ni reglas claras, no será posible avanzar”, concluyó Lewis.