Por: Giancarlo Ameghino, Gerente de Gestión y Desarrollo Humano del Grupo Crosland
Hoy en día, los negocios requieren de una visión integral para el desarrollo de sus colaboradores en cada una de sus áreas. Si bien la empresa tiene un capital representado en recursos, el capital humano es el principal. Un equipo unido y comprometido es una verdadera fortaleza. Por eso, los departamentos de RR.HH. deben realizar estrategias de atracción y retención de talento, con una perspectiva más humana, sin pensar meramente en los estados financieros.
Para comenzar, se debe atraer a los perfiles idóneos durante los procesos de selección. En este sentido, hay determinadas competencias que se priorizan. Hasta hace poco, se le daba mayor importancia al conocimiento y a la experiencia de los candidatos; pero, ahora, más que nunca, se han balanceado las habilidades blandas, como la orientación a logros y resultados, inteligencia emocional, resiliencia, empatía, adaptación, autogestión y comunicación efectiva.
Por otro lado, en el caso de los colaboradores que ya forman parte de la empresa, los planes de retención de talento ―que van desde las facilidades educativas hasta los salarios emocionales― deben enfocarse siempre en la formación integral de las personas. El mantener trabajadores satisfechos producirá gente dedicada, responsable y con criterio, la cual defenderá a la empresa ante cualquier conflicto o problema. Esto permitirá que las crisis se conviertan en oportunidades.
Para lograr esta satisfacción, será vital que se identifiquen las aptitudes de cada colaborador con el fin de potenciarlas; pero, es necesario recordar que las herramientas que se otorguen al trabajador solo servirán cuando las sumen a sus talentos, utilizándolas y generando valor.
Está claro que, en el camino, pueden existir ocasiones que obligan a la compañía a recortar puestos de trabajo. En estas situaciones, es fundamental no olvidar que la relación laboral debe terminar adecuadamente y que, en el futuro, habría la posibilidad de que el colaborador se reintegre al equipo.
Servicios como el outplacement facilitan que las personas se reubiquen laboralmente, emprendan nuevos negocios e, incluso, descubran talentos que no sabían que tenían. Esto permitirá que, en su familia, el pánico por un posible desempleo disminuya, ya que no quedan vulnerables en cuanto a salud, educación, servicios públicos, entre otros. Por el contrario, la recolocación genera nuevas oportunidades para el talento y reformula los propósitos profesionales y personales.
