No obstante, la incertidumbre política, el aumento de la inseguridad, y las políticas populistas e inconsistentes del Congreso son las principales amenazas que afectarían el panorama favorable del 2025, según la EAE-2024. En tanto, para este año, el 48 % de los encuestados estima que sus ventas crecerán respecto al 2023, mientras el 35 % opina que se mantendrán iguales.
La Cámara de Comercio de Lima (CCL) presentó la XXII edición de la Encuesta Anual de Ejecutivos (EAE-2024) encargada a la Consultoría Interdisciplinaria en Desarrollo (CID).
El estudio recoge la percepción de los principales ejecutivos de Lima Metropolitana con respecto al desempeño del gobierno actual, el entorno económico, político y los principales problemas que afectan el accionar empresarial. La encuesta se aplicó a un total de 380 empresas asociadas de la CCL inmersas en los sectores de servicios, comercio, industria y otros.
Según la encuesta, el 72 % de los empresarios peruanos consideró que el desempeño de sus negocios para el 2025 será mejor que el 2024. En tanto, el 23 % de los encuestados espera que su negocio tenga un rendimiento similar al 2024, mientras el 5 % anticipa una caída.
Según Óscar Chávez, jefe del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la CCL, este resultado respondería a la expectativa positiva a partir de los últimos eventos ocurridos en el país, como la inauguración del puerto de Chancay y la reunión del Foro APEC lo que puede fomentar un mayor crecimiento económico a través del comercio y la cooperación económica.
“A esto se suma los avances en el control de la inflación y la reducción de tasas de interés en los próximos meses. Todo ello debe impulsar el empleo formal mejorando los ingresos de los hogares”, manifestó.
Asimismo, el IEDEP subrayó que este optimismo se refleja también en los planes de inversión, donde el 31 % de las empresas proyecta un crecimiento respecto al año anterior, mientras un 52 % mantendrá su nivel de inversión. En cambio, el 17 % tiene planes de inversión más bajos.
No obstante, existen varios factores que pondrían en riesgo el panorama favorable del 2025, centrándose en tres principales amenazas: la incertidumbre política y los disturbios sociales, el aumento de la inseguridad en el entorno empresarial, y las políticas populistas e inconsistentes del Congreso.
Agenda política para el 2025
De cara a 2025, la encuesta muestra las prioridades de los empresarios para alentar el crecimiento y la inversión privada. En ese sentido, tienen como principal preocupación controlar la seguridad (54%), amenaza que debe ser atendida con urgencia para el funcionamiento adecuado de las empresas.
Le sigue, la estabilidad política (18 %) por ser esencial para garantizar un clima de confianza y previsibilidad y el fin de la corrupción (16 %), ya que se percibe como un obstáculo para el crecimiento y la competitividad. Finalmente, el desarrollo de infraestructura terrestre, aérea y ferroviaria (9%), clave para mejorar la conectividad y eficiencia logística en el país.
Ventas al cierre de 2024
La EAE-2024 se desarrolló en un contexto de recuperación del PBI respecto al 2023 con un crecimiento estimado de alrededor del 3 % donde se mantiene los problemas de inestabilidad política, social, así como una creciente inseguridad ciudadana.
Ante ese panorama, el 48 % de los encuestados estimó que sus ventas crecerían este año (de este total, el 29 % espera que sus ventas crezcan hasta 20 %, mientras el 19 % estima un crecimiento superior al 20 %). En tanto, 35 % espera que sus ventas se mantendrán iguales, mientras el 16 % opina que caerían, porcentaje que corresponde al 23 % de las mypes y al 40 % de las empresas con una antigüedad menor a 3 años.
Para Óscar Chávez el crecimiento económico 2024 “aún es limitado para las necesidades del país” como la recaudación tributaria, generación de empleo y reducción de la pobreza, siendo sus principales causas la inestabilidad política (55 %), la inseguridad y la extorsión (39 %) y la inestabilidad económica (22 %).
Sobre las inversiones para este año, las empresas destinan principalmente al mantenimiento de sus instalaciones y algunas mejoras que garanticen su normal funcionamiento. En segundo lugar, la inversión apunta al crecimiento de sus negocios, sea con una nueva infraestructura, productos o procesos. Para el caso de la mediana y gran empresa, los porcentajes son de 38% y 33%, en cambio, para el caso de las mypes fueron de 34 % y 30 % respectivamente.
Asimismo, se observa que las empresas con más años en el mercado invierten más en mantenimiento, mientras que las empresas con menos años de existencia invierten más en el crecimiento del negocio.