Cerezas chilenas en peligro: el Maersk Saltoro detenido y pérdidas para los exportadores

El Maersk Saltoro, cargado con cerezas chilenas, se detuvo en Micronesia debido a una falla técnica, retrasando la llegada de la carga a China y generando pérdidas millonarias para los exportadores.

El 13 de enero, el Maersk Saltoro, un buque cargado con más de 1.300 contenedores de cerezas chilenas con destino a China, presentó una falla en su motor principal mientras viajaba desde San Antonio, Chile. El barco quedó detenido en aguas de Micronesia, aproximadamente 1.200 kilómetros al noreste de Nueva Guinea, con un destino previsto en el puerto de Nansha, China, para el 20 de enero. Este retraso pondrá en riesgo la llegada de la fruta antes del Año Nuevo Lunar chino, una de las épocas de mayor demanda, lo que podría generar pérdidas económicas millonarias para los exportadores.

El impacto de la falla en el Maersk Saltoro

La compañía Maersk ha confirmado que el buque está siendo reparado y se mantiene en contacto con los propietarios para actualizar el progreso de los trabajos. Sin embargo, los exportadores y compradores de cerezas ya enfrentan preocupaciones sobre la posible degradación de la calidad de la fruta y la reducción de su valor en el mercado, dado el retraso en el arribo.

Responsabilidad de la naviera y posibles indemnizaciones

Los exportadores se encuentran ahora evaluando la situación legal frente a la naviera Maersk, que podría ser responsable por los daños ocasionados. El abogado especialista Rafael Durán señala que la responsabilidad de la naviera dependerá de si el problema con el motor se considera un caso fortuito o fuerza mayor. Esto se determinará en función de si el accidente era previsible y si el buque había cumplido con sus mantenimientos preventivos y certificaciones necesarias.

Los exportadores deberán revisar la documentación pertinente y los seguros contratados para evaluar si pueden reclamar indemnizaciones por los daños físicos y comerciales que puedan haber sufrido las cerezas. Mientras tanto, se recomienda mantener medidas preventivas y respaldo adecuado para proteger los intereses de la carga.

Seguimiento y posibles medidas de reparación

La situación también ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que se declare una «avería gruesa», lo que implicaría que los titulares de la carga asuman algunos de los costos extraordinarios para preservar la carga durante el viaje. Esta es una medida que, según Durán, esperemos no se materialice, pero en la que los afectados deberán contar con la asesoría legal adecuada.