El presidente del Consejo Empresarial Perú-Corea, Juan Varilias Velásquez, insistió en la importancia de que la oferta agroexportable tenga certificaciones que garanticen su inocuidad, calidad y trazabilidad (control y registro de sus procesos), pues solo de esa forma se evitará perder mercados ganados con mucho esfuerzo.
Expresó su preocupación debido a la situación de los despachos con valor agregado a Corea del Sur que entre enero y septiembre de este año (US$ 252 millones 193 mil) cayeron -2,4%, por la contracción de -45,6% del subsector agroindustrial (US$ 55 millones 380 mil).
Los menores envíos se produjeron por la menor demanda de una partida en especial: nueces de Brasil (-70,8%) al pasar del monto de US$ 46 millones 113 mil a solo US$ 13 millones 431 mil (enero-septiembre del 2018/enero-septiembre del 2019).
Varilias refirió que las nueces de Brasil (castaña) fue un producto muy requerido por los consumidores coreanos, quienes se caracterizan por su poder adquisitivo, cuidar mucho su salud y valorar la trazabilidad y origen de lo que consumen.
Recordó que tras la firma del acuerdo comercial Perú-Corea del Sur, la exportación de ese producto ascendió a solo US$ 40 mil (enero-septiembre del 2011) y tuvo su pico más alto en el 2018 (enero-septiembre) con US$ 46 millones 113 mil.
“Ser exigente, informado e innovador son algunas de las características del consumidor coreano. Cuando ingresó a ese mercado y se hizo conocida, la nuez de Brasil fue muy requerida, pero lamentablemente el no garantizar su trazabilidad perjudicó su demanda y es por eso que se observa un desplome», añadió.
La nuez de Brasil es un superfood que contiene vitaminas A, C y E, minerales y es una rica fuente de fibras. Además, entre sus propiedades está el prevenir el envejecimiento prematuro, reducir el colesterol, equilibrar el sistema nervioso y mejorar el sueño.
Resaltó por ello la importancia de que nuestros productos cumplan con las regulaciones que requiere este destino como es tener el reconocimiento de su sistema de trazabilidad ante el Korea Food and Drug Administration (KFDA) proceso de relevancia frente a la competencia; al igual que la certificación otorgada por la Autoridad Sanitaria de Corea (QIA, por sus siglas en inglés) y la del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa).
Otros sectores no tradicionales
El subsector con valor agregado y con mayor crecimiento fue la minería no metálica (US$ 7 millones 813 mil) con un alza de 54.9% por minerales como la andalucita, cianita y antracita. La pesca para Consumo Humano Directo (US$ 177 millones 611 mil) tuvo un aumento de 29.2% gracias a las presentaciones de pota y langostinos congelados con sus principales partidas. Le sigue la siderometalurgia (19.5%) que ascendió a US$ 2 millones 613 mil por sus envíos de aluminio y cinc.
Los subsectores químico y prendas de vestir registraron una contracción de -45.2% y -37.7%, respectivamente. El carmín de cochinilla, lacas colorantes y otras materias de origen vegetal fueron sus despachos en el primero; mientras que, en las confecciones los t-shirts de algodón y prendas de vestir de fibras sintéticas.
El monto del subsector metal-mecánico fue de US$ 653 millones (-15%) por la disminución de contenedores y los textiles sumaron US$ 4 millones 398 mil (-11.4%) por los envíos de tejidos de lana de alpaca y llama. En cuanto a la madera su caída fue -5.2% y varios -75%.