Chile frente al comercio internacional

Hoy, comprar en el extranjero es una actividad del día, tanto para empresas como para personas, que participan de lo que conocemos como comercio internacional. Sin embargo, estas transacciones no son sólo traer productos del extranjero, pues importar conlleva una serie de pasos que van desde la adquisición de mercancías en el resto del mundo, su transporte y la gestión aduanera, hasta la comercialización en el país de destino. Y en este sentido, es fundamental importar correctamente para alcanzar un equilibrio entre los costos, los precios y las ganancias.

Así, no sólo se trata de lo que se importa, sino también de cómo se importa.

En Chile, contamos con uno de los modelos más avanzados de América Latina y es ampliamente reconocido como la puerta de entrada de las importaciones a la región y al país, con un sistema aduanero simple. Así mismo, desde Chile se ha establecido una extensa red de tratados de libre comercio, (TLC), en América Latina, Estados Unidos, Unión Europea y hasta China, los que proporcionan acceso preferencial a mercados clave, reduciendo aranceles y facilitando el flujo de mercancías, lo que da una alta competitividad de los productos que se importan.

A ello se suma una infraestructura logística eficiente -aeropuertos, puertos y una red de carreteras- con una inversión que ofrece infraestructura moderna y mantenida, que ha posicionado al país como un punto relevante para el comercio internacional, contribuyendo a la eficiencia en el traslado de productos importados.

En este escenario, la importación resulta accesible, a lo que debemos sumar el servicio de importación, que con una buena elección de la empresa de transporte logístico, se podrá hacer de manera eficiente, ahorrando tiempo y dinero, y sin mayores complicaciones. Ello nos evitará cometer errores como importar mercancía que esté prohibida en Chile o que requiera certificaciones y permisos especiales; pagar impuestos de importación que no estaban inicialmente considerados, impuesto Ad Valorem (porcentaje de valor del bien o mercancía importado sobre el valor CIF) y el IVA; además de comercializar con proveedores confiables.

En este proceso, ya sea para empresas o personas, es fundamental elegir el embarcador o Freight Forwarder, que es quien hará el flete. Cuando importamos, hay más de una empresa involucrada, pero lo que ofrecen empresas como SES, integrador logístico internacional con más de 40 años de existencia, en cuanto a servicios de movimiento y traslado de mercancía y bodegaje, con todos los proveedores del proceso involucrados, hace muy eficiente y sencilla la importación “con un traslado que es ciertamente, puerta a puerta”, explica su gerente General, Daniel Guiloff, quien destaca que “una vez terminado todo este proceso, que el cliente puede seguir a través de la plataforma MI SES, es cuando la importación concluye y cuando el cliente, recibirá sus productos o mercancía en su destino”.