Cierre de frontera con Ecuador: el impacto económico de una medida de seguridad

La decisión afectará el comercio bilateral, el tránsito de bienes y el turismo en la zona fronteriza.

El cierre temporal de la frontera entre Ecuador y Perú, ordenado del 8 al 10 de febrero por el gobierno de Daniel Noboa, genera preocupación por sus efectos en la economía binacional. La medida, que forma parte de un plan de seguridad contra el crimen organizado, impactará el comercio, el tránsito de mercancías y el turismo en la zona limítrofe.

El Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú confirmó la decisión ecuatoriana y advirtió que esta restricción afectará la actividad comercial en la región fronteriza, un eje clave para el intercambio de bienes y servicios entre ambos países. En zonas como Tumbes, Piura y Cajamarca, el comercio transfronterizo representa una fuente importante de ingresos, especialmente para pequeñas y medianas empresas.

Además, el endurecimiento de controles en los puertos ecuatorianos podría ralentizar las exportaciones peruanas que utilizan Ecuador como ruta hacia mercados internacionales. Sectores como el agroexportador y el manufacturero podrían experimentar demoras logísticas y mayores costos de transporte.

Pese a estos desafíos, el Gobierno peruano mantiene comunicación con sus pares ecuatorianos para evaluar el alcance de la medida y mitigar su impacto en la economía regional. Mientras tanto, empresarios y comerciantes de la zona siguen atentos a posibles extensiones o flexibilizaciones de la restricción.