Diversos estudios muestran que, hasta diciembre del año pasado, el número de empresas activas en el Perú era de 2.7 millones, 1.6 % más con respecto al 2019. La Asociación de Empresas Familiares (AEF) estima que el 80 % del total de compañías pertenecen a empresas familiares, que contribuyen al 40 % del PBI y que generan el 60 % de los puestos de trabajos en el país. Se calcula que, entre octubre y diciembre de 2020, 60 mil de estas empresas fueron creadas o reactivadas.
Al respecto, Judith Sotelo, profesora de la carrera de Ingeniería Industrial y Comercial de la Universidad ESAN, indicó que, frente a la pandemia por COVID-19, las empresas familiares han sido y continuarán siendo los pilares fundamentales en tiempo de crisis; pero, para conservarse en un mercado competitivo, deben considerar la planificación de la sucesión, el estatus económico y la diversidad de cartera de negocios.
Agregó que, si bien las estadísticas son positivas en cuanto a la constitución de empresas familiares, las razones de sus bajas son similares a las compañías de otro tipo, como es el caso de la falta de liderazgo y el deficiente estatus económico antes de pandemia, además de la falta de continuidad generacional, que un factor importante que se debe considerar.
En ese sentido, la especialista afirmó que es necesario que esta clase de empresas sigan estas recomendaciones:
a) “Disciplina familiar”. Esto significa que hay roles y tareas que cumplir, las cuales no deben ser pasadas por alto.
b) “El puesto se gana”. Por ello, se debe identificar, además de preparar al próximo sucesor tomando en cuenta sus aptitudes y competencias. Este líder deberá direccionar y garantizar la continuidad del negocio.
c) “Cuida la caja”. Si el estatus económico está en negativo, será complicado revertirlo. Por consiguiente, se debe fomentar la cultura del ahorro y calidad de los gastos.
d) “No te rindas y acostúmbrate a ser rechazado porque esto indicará que ganarás experiencia”. Si hasta ese momento la empresa se mantiene, deberán tomar en cuenta los siguientes puntos:
e) “Innovar y digitalizarse”. Tanto las tecnologías como el comercio electrónico son tendencias.
f) “Diversificar la cartera de negocios”. Si el negocio familiar va creciendo financieramente, invertir en otra actividad económica ayudará a balancear el capital de la corporación en tiempos de crisis.
g) “El sentido social es fundamental”. Los negocios familiares han sido fundamentales en tiempos de crisis para sus trabajadores y la sociedad.
h) “Ingresar a nuevos mercados”. Hay que saber en dónde colocar la siguiente cartera y/o encontrar nuevos mercados aún desiertos.
i) “Sé curioso, explora”. Nunca se debe dejar de seguir buscando, observando y aprendiendo para comenzar de cero.
Es importante reconocer que existen grandes empresas que nacieron de los emprendimientos familiares, como las peruanas Añanos, Romero y Brescia; las extranjeras Ortega (Inditex, de España) y Walton (Walmart, de EE. UU.); sin embargo, éstas se consolidaron gracias a una disciplina familiar, además de la planificación meritoria del sucesor para garantizar la continuidad del negocio, enfatizó Sotelo.
Finalmente, la docente de la Universidad ESAN dijo que, para una organización, es importante tener un balance entre la flexibilidad y los espacios con el fin de mejorar su capacidad de adaptación, resiliencia, así como tener claros los roles y tareas que le permita estar preparada ante una crisis.