En Perú, donde más del 40% de los adultos no están bancarizados, la gestión del patrimonio y la banca conversacional se han clasificado como prioridades clave para los próximos dos años; de acuerdo al estudio anual Pulso en su sexta edición en 2024 presentado por Cobis Topaz, empresa líder en soluciones tecnológicas innovadoras para la industria financiera en Latinoamérica.
El reporte ( https://bit.ly/3KO0iqp ), aborda las tendencias emergentes, los desafíos y las oportunidades estratégicas que están moldeando el futuro de las finanzas en la región, con un enfoque especial en las aplicaciones de inteligencia artificial (IA) en Perú. Asimismo, señala que, la infraestructura tecnológica y la adopción de servicios de internet móvil son áreas críticas que requieren atención continua, ya que menos del 50% de los hogares en Perú tienen conexión fija a internet.
“Hemos liderado este esfuerzo de investigación para ofrecer insights valiosos y prácticos a todos los actores del sector. Desde bancos y cooperativas de crédito hasta fintechs y empresas tecnológicas, Pulso proporciona una hoja de ruta esencial para aquellos que buscan navegar con éxito por el paisaje financiero latinoamericano en constante evolución”, afirma Jorge Iglesias, CEO de Cobis Topaz.
Según el estudio, las cinco principales aplicaciones de IA para las instituciones y compañías en Perú a futuro son la atención al cliente y chatbots, la automatización de procesos, la evaluación de riesgos y crédito, la detección de fraude y la predicción de tendencias del mercado. Estas aplicaciones son clave para mejorar la eficiencia y la seguridad en el sector financiero peruano.
Destaca también cómo las prioridades pueden variar significativamente por país, revelando diferencias notables en las estrategias de inversión y adopción tecnológica en toda la región. Esta variabilidad subraya la necesidad de enfoques personalizados para la implementación de tecnología en diferentes mercados latinoamericanos.
Finalmente revela que la banca se ha vuelto cada vez más digitalizada en los últimos años, impulsada por políticas regulatorias favorables, la adopción de internet móvil y una rápida expansión de servicios digitales; e identifica prioridades clave para la inversión futura en la banca, como la incorporación de clientes e implementación de soluciones de servicio al cliente.