La transformación digital avanza a toda velocidad, pero muchas veces, en especial en industrias altamente reguladas o que tienen una amplísima trayectoria, se choca con un obstáculo muy potente: el de los sistemas heredados que aun cuando se ubican en el límite de la ineficiencia y de la obsolescencia tecnológica, continúan prestando un servicio robusto y confiable.
Muchas veces porque los proyectos son de enorme magnitud, muchas otras por los costos asociados, en ocasiones por los riesgos que ello implica, sin destacar que suele suceder que la inversión en tecnología haya sido excesiva en los años previos y que se busque avanzar con la amortización, no siempre las empresas están del todo listas para modernizar o reemplazar estas aplicaciones. Del mismo modo, persisten barreras culturales por las cuales una compañía, aún en estos tiempos de masificación del uso de la nube, prefiere mantener un determinado sistema crítico bajo su órbita.
En estos casos particulares, pueden apelar a los servicios de colocation para ganar agilidad y crear una perspectiva de cara al futuro. Entre las industrias que entran en estas características destacan banca y servicios financieros, petróleo y gas, minería, salud, empresas manufactureras y servicios públicos.
El paso intermedio
Recordemos que la colocación permite a una organización alojar sus equipamientos de misión crítica en un data center de alta disponibilidad. Dar ese solo paso representa de por sí numerosos beneficios: bajan los costos de mantenimiento, se reduce la necesidad de contar con recursos específicos que gestionen la infraestructura de manera interna, disminuyen los riesgos de no satisfacer el cumplimiento de normativas relacionadas con la seguridad y el consumo energético y hasta se garantiza la continuidad del negocio ante un desastre natural o una situación inesperada.
Sin embargo, para las empresas esto podría ser también un puente entre el pasado y el futuro de sus estrategias de IT, un punto de inflexión entre las infraestructuras propias y los entornos de nube híbrida, un paso intermedio en el trayecto hacia la transformación.
Porque el servicio de colocation representa en muchos casos el primer paso del proyecto de transformación y modernización.
Migración más fluida
Por lo tanto, cuando la migración sea inevitable porque la obsolescencia ya hizo su trabajo o porque el mercado empujó con nuevas demandas y necesidades que el antiguo sistema ya no puede resolver, la conexión directa con los proveedores de nube ya estará establecida y el traspaso será más fluido y con menos tiempo de inactividad.
El mercado de colocation a nivel mundial, adaptado a las nuevas necesidades de las empresas y entendido como un escalón necesario hacia la nube, está ganando mercado: según el portal de estadísticas Statista, el negocio movió poco más de US$50.000 millones en 2021 y tiende a generar algo más de US$136.000 millones para 2028.
La transformación digital avanza a toda velocidad. Y contar con herramientas como el servicio de colocation para remover los obstáculos que se presenten en su camino es esencial para que las empresas puedan mantenerse competitivas de cara al futuro.