¿Cómo cambiar el Mindset empresarial para la transformación digital?

  • El 70% de los proyectos de transformación digital en empresas de América Latina fracasan, según un estudio de EY.
  • Cambiar el mindset será clave para desplegar una cultura digital de manera integral y efectiva.

Los líderes empresariales están convencidos que implementar una transformación digital en sus negocios tendrá un alto impacto en sus planes estratégicos para responder a las necesidades del mercado y a una competencia cada vez más aguerrida. Lejos de considerarse un proyecto tecnológico o una necesidad de sistemas, los CEOs deben desarrollar un nuevo “mindset” (conjunto de pensamientos o creencias) como principal habilitador para detectar, implementar y operar evoluciones digitales en su organización.

El 93% de las empresas peruanas contempla a la transformación digital como una necesidad crítica, pero solo el 13% se encuentra satisfecho con sus avances durante los últimos años, según la encuesta sobre «Transformación Digital y su avance en el país» de RTM y la Escuela de Dirección de la Universidad de Piura. Los factores negativos que más contribuyen a esta insatisfacción son la falta de una clara estrategia digital y la resistencia al cambio.

Para prosperar en un contexto ágil y digital, es necesario que los líderes modifiquen su mentalidad y comportamiento. Este cambio de “mindset” desde la alta dirección es absolutamente esencial y será determinante que aprenda habilidades de gestión del cambio, aplicación de nuevas tecnologías y conozca la ruta de ejecución de manera profunda con sus equipos. En resumen, es fundamental que el CEO sea el principal gestor del proceso de transformación, no es una actividad delegable.

José Miguel Gamero, Chair de Vistage, sostiene que existen múltiples beneficios del liderazgo del CEO en la transformación digital: “Un CEO altamente involucrado logrará comunicar mejor su visión y asegurar una estrategia para guiar a la empresa en el proceso de cambio, además de generar compromiso y promover una cultura organizacional orientada a la innovación. Su presencia también ayudará a priorizar y asignar recursos en tecnología que permitan superar rápidamente obstáculos y resistencias en el camino”, mencionó.

Tiempo e inversión:

Al decidir implementar métodos digitales en una empresa, es clave tener clara la inversión que se requiere, tanto en tiempo como en costos. Sin embargo, esta transición no suele ser lineal, puede tener diferentes etapas de implementación, cada una con su propia duración o requerimientos específicos; y la disposición de inversión es relativa, algunas empresas deciden ser más cautelosas y prefieren una ejecución gradual, mientras que otras prefieren un ritmo más acelerado.

“El tiempo promedio para la evolución digital en una pequeña o mediana empresa puede variar de 1 a 3 años y la disposición de la empresa para invertir dependerá de su visión estratégica, capacidad financiera y grado de comprensión de los beneficios que la transformación digital puede aportar a su negocio”, afirmó Gamero.

Errores comunes:

La implementación de un plan de Transformación Digital puede ser un proceso complejo para las empresas. Por ello, Gamero nos señala algunos errores típicos que cometen los altos directivos durante esta conversión, que afectan su capacidad para evolucionar en un entorno empresarial cada vez más digitalizado:

  1. Falta de una estrategia clara: Es crucial establecer una estrategia con objetivos sólidos y bien definidos, identificar los promotores del cambio y tener un plan detallado para lograr una transición exitosa.
  2. No involucrar a todos los niveles de la organización: La resistencia al cambio puede surgir si no se involucra a todos los niveles de la empresa. Es fundamental contar con el apoyo e iniciativa de los líderes y sus equipos en cada etapa del proceso.
  3. Subestimar el alcance del cambio cultural: La transformación digital no se trata solo de tecnología, sino principalmente de un cambio cultural en la organización. Ignorar o subestimar este aspecto se podría experimentar una lenta adopción en el uso y pérdida de productividad.
  4. No alinear la transformación digital con la estrategia de negocio: Si no se tiene en cuenta este vínculo, la empresa podría adquirir tecnologías que no aporten valor o no se ajusten a sus necesidades reales.
  5. Ignorar la seguridad cibernética y la privacidad de datos: En el afán de avanzar con rapidez, algunas empresas pueden descuidar la seguridad cibernética y la protección de datos, lo que aumenta el riesgo de vulnerabilidad y posibles infracciones.
  6. No medir ni evaluar el progreso: No establecer indicadores clave de rendimiento (KPIs) y no realizar un seguimiento del progreso puede dificultar la identificación de problemas y ajustar el rumbo cuando sea necesario.