Nicolas Miranda – CEO de Weeare
El mes de febrero está dedicado al amor, por ello, me gustaría invitarlos a reflexionar sobre un aspecto crucial: si la venta se asemeja a conquistar el corazón de alguien, la fidelización equivale a celebrar el 14 de febrero (y todas las fechas especiales) en una relación. Los pequeños gestos y conmemoraciones son fundamentales para cultivar una conexión duradera. Pero, ¿cómo logramos esto?
Una relación no se construye por sí sola; requiere dedicación y esfuerzo continuo. Para que este esfuerzo sea efectivo, es esencial comprender profundamente a la otra persona, conocer sus gustos y preferencias. Podríamos afirmar que el conocimiento mutuo es el cimiento de cualquier relación exitosa. No solo facilita la comprensión y la empatía, sino que también abre la puerta a la personalización y la anticipación de las necesidades del otro. Al conocer bien a alguien, podemos anticipar sus reacciones y adaptarnos a diversas situaciones.
Si ya comprendes los gustos y preferencias, estás en una posición privilegiada para sorprenderlo de manera especial. Imagínate que disfrute de una cena en su restaurante favorito, donde cada bocado ilumina su rostro con una sonrisa. Es importante crear una experiencia que lo haga sentir valorado y especial, y que refuerce su conexión.
También podemos regalar algo que no solo le guste, sino que también necesite, demostrando así nuestra atención a los detalles más íntimos de su vida. Incluso las actividades más simples pueden convertirse en momentos memorables.
La situación actual puede presentar desafíos y limitaciones, pero es precisamente en estos momentos donde los detalles y la personalización pueden marcar la diferencia en nuestras relaciones con los clientes. Esta celebración reciente puede extenderse más allá del día señalado, ofreciéndonos la oportunidad de demostrar continuamente a la persona que tenemos a nuestro lado cuán importante es para nosotros seguir creciendo juntos.