- En medio de una crisis de corrupción que ha costado al país S/72.000 millones en los últimos tres años, expertos señalan que la tecnología es una herramienta crucial para reducir el impacto de estas prácticas.
El costo de la corrupción en Perú sigue siendo alarmante. Según un reciente estudio de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), la corrupción ha generado pérdidas de S/72.000 millones entre 2021 y 2023. Este desvío de recursos representa un serio obstáculo para el desarrollo del país, afectando principalmente a los sectores más vulnerables. En el último año, S/24.000 millones se perdieron, una cantidad que pudo haberse utilizado para otros fines necesarios para el país.
Diego Vences, director de desarrollo de negocios y experto en tecnología, señala que el uso estratégico de herramientas tecnológicas puede ser una solución efectiva para combatir la corrupción. «El gran desafío en la lucha contra la corrupción es la falta de transparencia y la complejidad de los sistemas burocráticos. La inteligencia artificial (IA), el blockchain y el análisis de datos masivos (big data) pueden aportar un nivel de control y monitoreo sin precedentes», afirma Vences.
Tecnología como solución
Las tecnologías como el blockchain permiten registrar cada transacción de manera transparente e inmutable, lo que hace prácticamente imposible modificar datos sin dejar rastro. «Esto reduce las oportunidades de corrupción en procesos clave como contrataciones públicas y asignaciones presupuestarias», explica Vences. Países como Estonia y Singapur ya han implementado sistemas basados en blockchain para mejorar la transparencia gubernamental, lo que podría servir como modelo para Perú.
Por su parte, el análisis de big data permite identificar patrones sospechosos de manera rápida y eficiente. «El uso de análisis de datos en tiempo real podría alertar a las autoridades sobre posibles irregularidades, facilitando una respuesta más rápida antes de que se consuman actos de corrupción», añade Vences.
“En un país donde la corrupción afecta gravemente a los sectores de salud, educación e infraestructura, la implementación de soluciones tecnológicas no solo es una opción, sino una necesidad urgente. «Con las tecnologías adecuadas, podemos construir un Perú más transparente y eficiente», concluye Diego Vences, director de desarrollo de negocios y experto en tecnología.
La implementación de blockchain en los procesos burocráticos del gobierno peruano puede revolucionar la transparencia y la eficiencia administrativa. Blockchain, en palabras simples, es una tecnología que permite registrar información de forma segura y permanente en una especie de libro de contabilidad digital que es accesible para todos y casi imposible de modificar. Como desarrollador de negocios formado en análisis de datos, veo que esto previene la corrupción y asegura la autenticidad de documentos públicos. Además, permite registrar cada transacción de manera transparente e inmutable, lo que hace prácticamente imposible modificar datos sin dejar rastro, reduciendo las oportunidades de corrupción en procesos clave como contrataciones públicas y asignaciones presupuestarias.
Casos como los de Estonia y Singapur destacan el potencial de esta tecnología: Estonia ha implementado un sistema de identidad digital que permite a los ciudadanos acceder a servicios gubernamentales de manera segura y eficiente, mientras que Singapur utiliza blockchain para gestionar contratos y asegurar la transparencia en la administración pública. Estos ejemplos son modelos que podrían servir de inspiración para Perú, fomentando una mayor rendición de cuentas y optimizando la colaboración entre instituciones. En conjunto, estas herramientas no solo promueven la transparencia, sino que también generan un impacto significativo en la confianza pública y la eficiencia del servicio gubernamental.