Por: Claudia Quintanilla, COO & Cofundadora de Rextie.
Las fintech, empresas que brindan servicios financieros basados en tecnología, vienen ganando terreno en los últimos años y teniendo un impacto significativo en el sistema financiero peruano. Y es que estas compañías ofrecen servicios eficientes, rentables y accesibles a las personas y/o empresas.
Su crecimiento se debe a que su foco está en nichos de mercado específicos, lo que les permite personalizar sus productos y servicios para satisfacer las necesidades de ese segmento. Usan la tecnología para llegar a un público más amplio que las empresas financieras tradicionales e invierten en educación financiera para ayudar a las personas a comprender mejor los servicios disponibles para ellas.
Un ejemplo es Rextie, la plataforma líder de cambio de dólares que brinda a las personas y empresas la posibilidad de obtener un tipo de cambio preferencial en tiempo real las 24 horas y los 7 días de la semana, desde su web o app, sin tener que visitar una sucursal bancaria.
Además de las fintech de cambio de divisas, se pueden encontrar servicios financieros enfocados en préstamos, pagos, billeteras electrónicas, factoring, entre otras, las cuales tienen mayor participación en Perú, según el último estudio de mercado publicado por Indecopi en septiembre de 2023.
Si bien esta industria ha avanzado considerablemente en los últimos años, hay necesidad de seguir exponiendo las oportunidades de mejoras en el entorno, con el fin de que cada vez más se puedan brindar nuevos y/o mejores servicios financieros a los clientes, y permitan crecer e innovar con mayor rapidez.
En mi experiencia he podido identificar algunas barreras financieras que enfrentan los peruanos:
- La falta de interoperabilidad que está asociada a la fluidez del dinero en cualquier horario y entre cualquier entidad.
- La desigualdad en el acceso a los servicios financieros. Por ejemplo, existe una diferenciación en costos y acceso a los mismos entre una provincia y otra.
- La falta de flexibilización y actualización de normativas por parte de los reguladores.
- Desconocimiento. Muchas personas en el Perú no están enteradas de los servicios financieros que están disponibles para ellas.
- No existe un control de prácticas que bloquean u obstaculizan la libre competencia en el uso de servicios financieros alternativos basados en tecnología.
Sin embargo, aun existiendo algunas barreras, estas no deberían detener la innovación de las fintech sino, más bien, verse como un llamado de atención para los actores del mercado sobre las oportunidades que se podrían abrir en la generación de servicios financieros más rápidos, a mejores precios, con mayor cobertura geográfica o mayor cobertura de clientes.