El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), señaló que el PBI peruano tuvo una caída de 0,63% el último año. Se suma a ello una disminución de la inversión privada y una proyección pesimista en el crecimiento económico por parte del Ministerio de Economía y Finanzas. En estos casos, los empleadores entran en cautela y suelen realizar ajustes en sus presupuestos y reestructurar sus planillas para mantenerse competitivas en el mercado.
Ante esta situación, cuando la empresa ya tiene una decisión tomada, para Silvana Cárdenas, Directora de Right Management Latinoamérica en ManpowerGroup, es fundamental que los líderes o los responsables de recursos humanos gestionen adecuadamente el proceso de desvinculación laboral y cohesionen esfuerzos para garantizar la confianza entre los colaboradores.
Preparación para la desvinculación:
Según Cárdenas, es posible minimizar riesgos y mantener el compromiso y productividad de los colaboradores frente a posibles despidos de sus colegas. “Una reorganización bien planificada permitirá eficiencias operativas y reforzará los valores de la empresa. Aquí toman relevancia los servicios de recolocación, los cuales los empleadores pueden poner a disposición para todos los involucrados”, añade.
La especialista en gestión y transición de talento considera también que, ante una nueva estructura laboral, es importante gestionar una correcta estrategia de comunicación. Aquí los empleadores deben considerar tres audiencias clave para dar a conocer la decisión:
- Trabajadores salientes:
Ofrecerles apoyo en esta etapa es fundamental. Una forma de hacerlo es brindarles servicios de recolocación que incluyan evaluaciones, tecnología y coaches experimentados para guiarlos hacia su siguiente puesto. Esta ayuda minimiza la ansiedad y el estrés durante un momento difícil y, al mismo tiempo, les brinda recursos valiosos en su camino hacia el futuro. Recordemos que ellos seguirán siendo embajadores de la marca mucho después de su partida.
- Trabajadores que se quedan:
Probablemente también sientan los efectos de los despidos, tengan miedo o desconfianza de su empleador o una disminución de la moral. Aquí los líderes deben fomentar una comunicación activa y transparente para que este grupo pueda expresar de manera segura cómo se sienten, fomentar la confianza y seguir siendo productivos. Brindarles acceso a recursos adicionales, como asesoramiento laboral, puede promover una cultura empresarial positiva.
- Los líderes y su rol:
Los líderes tienen la difícil tarea de tomar decisiones sobre reducciones de personal. Esta situación les genera niveles elevados de estrés. Por ello, requieren de la empresa sesiones de capacitación o talleres para saber gestionar exitosamente una reestructuración de equipos. Es importante que ellos comuniquen, de manera clara, los porqués detrás del cambio, sepan gestionar también las emociones de los colaboradores y tengan el respaldo de la organización para continuar con la nueva estrategia de transformación.
“La desvinculación genera mucho estrés en el equipo de recursos humanos de una organización y, mientras la operación debe continuar, se deben tomar decisiones responsables para una rescisión laboral efectiva. Por ello, los empleadores buscan soporte en los servicios de outplacement o recolocación, los cuales brindan apoyo profesional en la gestión del proceso de despido, garantizando que los empleados reciban la orientación y los recursos necesarios para una transición más humana.”, concluye Silvana Cárdenas, Directora de Right Management Latinoamérica en ManpowerGroup.