CEOs y líderes de empresas deben enfocar sus esfuerzos a sus equipos de trabajo para lograr resultados ideales.
Ya nadie duda de la importancia de trabajar en equipo para lograr resultados, pero es ahí cuando nos surge la pregunta: ¿cómo lograr el máximo rendimiento de mi equipo? En el deporte podemos encontrar buenos ejemplos de equipos de alto rendimiento, como la Fórmula 1, donde el propósito colectivo puede lograr grandes hazañas, como recambiar llantas y cargar combustible en solo 1.9 segundos.
Esta acción, que se realiza entre 20 personas trabajando en equipo, hace la diferencia entre el ganador y el segundo puesto. Si alguno cometiera un simple error, todo el esfuerzo grupal y la inversión en la carrera se perderían. Esto que sucede en los deportes, se ve reflejado también en la empresa, que solo tendrá rendimiento óptimo si se sabe convocar al mejor personal, que apliquen las mejores prácticas en cooperación.
“Muchos líderes de organizaciones o CEOs se preguntan ¿qué pueden hacer los empresarios para lograr el máximo rendimiento de los colaboradores? Lo primero que deben saber es que lograr un equipo eficiente es una elección suya, y nunca será una casualidad. Diversos autores sugieren empezar por la selección de los mejores candidatos, tanto por sus capacidades profesionales, pero, sobre todo, sus valores personales”, destaca Manuel Celi, Chair de Vistage, que brinda tres pautas para lograr el máximo rendimiento de todos los equipos en una organización.
- Virtudes centrales: Patrick Lencioni, experto en desarrollo de equipos de alto desempeño, asegura que los líderes deben asegurar que sus colaboradores muestren las tres virtudes básicas de aquellos que buscan máxima eficiencia: humildad, hambre de crecimiento y empatía. Estas virtudes exigen que cada uno deje de ser egocéntrico, cambiando el “yo lo hice” por el “nosotros lo logramos”. Implica pensar menos en uno mismo y trabajar como parte de un equipo, motivándose a sí mismos, pensando constantemente en el próximo paso y oportunidad para hacer más y mejor, así como la empatía, capacidad de percibir y entender el marco emocional de los otros miembros del equipo, impulsando la confianza.
- La genialidad del colaborador: El mismo autor describe las características o talentos que se debe encontrar entre los miembros de los equipos: el genio de las preguntas, el de la invención, el del discernimiento, el motivador, el habilitador y el genio de la tenacidad. Conocer los talentos disponibles en el equipo, así como las carencias de alguno ayudará a ver cómo corregir esa ausencia.
- Confianza interna: No existe equipo sin confianza, porque es la base sobre la cual se desarrolla cualquier actividad y es el engranaje que marca las relaciones con los demás. Ella permitirá que se asuman riesgos, se actúe en coherencia, siendo todos capaces de hacer rendición de cuentas de lo realizado. En cambio, cuando la confianza falla, surge el miedo y todo el proyecto o planes se afectan. Es por esto que los CEOs deben trabajan firmemente en este punto, ya que influirá en la productividad y compromiso de todo el equipo, y que se verá reflejado en el rendimiento final.
Desarrollar equipos de alto rendimiento exige la determinación del líder de no ceder ante la propia resistencia de los miembros de equipo. Requiere coraje y también de integridad para asegurarse si los equipos tienen las personas adecuadas y, si no, hacer los cambios necesarios. Todo el esfuerzo puesto en lograr un equipo eficiente es nada en comparación con la satisfacción de ver los resultados finales.