Un ejemplo de una exitosa estrategia de off-boarding alineada con la cultura de la empresa es el caso de María, profesional que trabajó por 20 años en una gran empresa y por un proceso de reestructuración salió acogiéndose a un programa de salida, quizás conocen a alguien que ha vivido una situación similar. La experiencia de María destaca por la minuciosa planificación y organización de su salida, llevada a cabo con gran respeto y cuidado tanto para el colaborador como para aquellos que permanecen en la organización, según destacó Mariella Soto, Consultora Asociada de LHH DBM Perú.
Señaló que en la actualidad, las empresas toman decisiones relacionadas con sus equipos, ya sea por razones estratégicas, competitivas, casos de fusiones y adquisiciones donde hay duplicidad de funciones, cambios en los perfiles de los colaboradores u otras razones. Se estima que en promedio una persona en su vida laboral cambia 12 veces de trabajo, y el 50% de las veces dejará la empresa por razones ajenas a su propia decisión.
“Si la empresa ya tomó la decisión de desvincular a un colaborador por motivos que no están relacionados con su desempeño, es importante hacerlo con el mayor cuidado, ya que la desvinculación es un período que afecta profundamente al colaborador, no solo debido a la separación en sí, sino también porque implica la ruptura de un vínculo importante. Además, esto puede tener un impacto emocional en el colaborador y en toda la organización” resaltó.
Recomendó seguir los siguientes pasos:
- Preparar a las personas que intervendrán en el proceso: Preparar muy bien los documentos y a las personas que van a intervenir en el proceso, cuidando al mínimo los detalles, incluyendo la logística antes, durante y después de la comunicación.
- Elaborar el mensaje de salida: Preparar el mensaje que se le va a dar al colaborador que debe ser hecho con mucho respeto y claridad, enmarcado en un contexto real de la situación de la empresa, la decisión sobre a posición que dejará el colaborador y los beneficios (económicos y no económicos) y en qué consiste la propuesta y cuáles son los siguientes pasos.
- Manejar diversos escenarios: Prepararse para manejar los diferentes escenarios de posible reacción del colaborador. Puede ser que el colaborador responda con tristeza, se moleste o que simplemente no entienda.
- Tener una lista de posibles preguntas y objeciones para darles respuestas claras.
- Comunicar a los trabajadores que se quedan: Elaborar un mensaje a los trabajadores que se quedan en la organización.
Por último, es importante recordar que, un colaborador que deja una empresa habiendo sentido que fue tratado con respeto y cuidado, será un excelente referente de marca.