Por Harry Watson, country manager de KASHIO
Todas las empresas deben tener presente que la conciliación de pagos es fundamental para una buena salud financiera. Más allá de considerarse como un simple proceso administrativo, es una barrera clave contra los errores y el fraude, que pueden comprometer seriamente los ingresos y la reputación de cualquier organización. De acuerdo con la Asociación de Examinadores de Fraude Certificados, las empresas pierden un 5% de sus ingresos anuales en promedio debido al fraude, y una parte considerable de estas pérdidas está vinculada con irregularidades en los registros financieros.
Cuando los registros internos no se alinean con los extractos bancarios, no solo estamos hablando de posibles errores, sino de puertas abiertas al fraude. Un proceso sólido de conciliación no solo identifica estas falencias, sino que también permite tomar medidas antes de que el problema se convierta en una crisis. En un entorno empresarial cada vez más regulado y competitivo, ignorar esto es un riesgo que las empresas no pueden permitirse.
Para un cliente, es frustrante recibir un aviso de deuda que sabe que ya pagó. Los errores en la conciliación de pagos, como no reflejar un pago a tiempo o registrarlo mal, no solo generan confusión, sino que pueden afectar gravemente la confianza en una empresa. Y en una época donde las experiencias negativas se comparten en redes sociales con la velocidad de un clic, este tipo de fallas puede costar mucho más que una simple transacción: puede significar dañar la reputación.
Por el lado opuesto, cuando la conciliación de pagos está automatizada, la figura cambia por completo. Cada transacción se registra de manera precisa y en tiempo real, eliminando el margen de error y ofreciendo al cliente una experiencia mucho más fluida. No es casualidad que, según el Estudio de Mercado de Kashio 2023, el 91% de los usuarios valore las plataformas de recaudación que apuestan por la transparencia. Esto no solo reduce malos entendidos, sino que refuerza la percepción de profesionalismo y confiabilidad.
Las empresas que entienden la importancia de la conciliación de pagos están apostando por mucho más que un proceso eficiente; están invirtiendo en la confianza de sus clientes y en la optimización de sus recursos. Priorizar este aspecto no solo mejora la relación con los consumidores al garantizar transparencia y precisión, sino que también reduce costos operativos y minimiza riesgos, impactando directamente en la rentabilidad.
La clave está en comprender que la satisfacción del cliente y la eficiencia operativa no son objetivos independientes. En realidad, son dos caras de la misma moneda: una experiencia fluida para el cliente está respaldada por procesos internos sólidos, y una operación eficiente permite construir relaciones de largo plazo basadas en la confianza. En el competitivo mundo empresarial, las empresas que logren equilibrar ambas dimensiones serán las que realmente marquen la diferencia.